El 4 de septiembre de 1969 inició la historia del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC) en la Ciudad de México. El gran “gusano naranja” cruzó la ciudad de oriente a poniente, conectó la periferia con el centro y desahogó el tránsito, que ya en esos años agobiaba a la capital del país. No obstante, antes de que el Metro fuera una realidad, se presentaron serios obstáculos para la construcción de sus vías, pues como bien señaló Vicente Leñero, el entonces Distrito Federal “dilató carretadas de tiempo para tener su Metro”.

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En los años 50, la compañía Ingenieros Civiles Asociados (ICA) presentó un anteproyecto de tren subterráneo para mejorar la movilidad de la ciudad que fue rechazado en reiteradas ocasiones por múltiples motivos; el principal era que la ciudad se encontraba en una zona sísmica, su suelo era pantanoso y susceptible a inundaciones. Estos argumentos sustentaban la negativa para oponerse a la magna obra del entonces regente de la ciudad, Ernesto Uruchurtu, conocido como el “regente de hierro”.

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Sin embargo, la verdadera razón por la cual Uruchurtu se opuso tenazmente al subterráneo fue evitar que la ciudad creciera sin control pues, como supuso y después sucedió, se fueron poblando los lugares por donde pasaba el Metro. El “regente de hierro” deseaba mantener el statu quo de la capital y persistió en su postura así que fue removido del Departamento del Distrito Federal (DDF) en 1966. Tres años después “llegó, como del cielo, nuestro anhelado tren metropolitano”.

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La primera etapa de construcción del STC consistió en levantar las líneas 1, 2 y 3. Estas edificaciones transformaron patrones económicos y culturales, acortaron distancias al conectar los centros productivos, de servicios y habitacionales, y resolvieron, de manera momentánea, la necesidad de movilidad de la población de forma segura, rápida, eficaz, masiva y económica.

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Sobre el peculiar aspecto del tren, el periódico oficial del Estado mexicano, El Nacional, refirió: “con los colores interiores del Metro se buscó un efecto sedante (…), en el exterior se buscó un color vivo que hiciera olvidar al pasajero que está en el interior de un túnel”.

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¡Ven! Visita el Archivo General de la Nación y consulta el material bibliohemerográfico de la biblioteca Ignacio Cubas, donde puedes conocer a detalle qué tratamiento noticioso le dio El Nacional a la construcción e inauguración del Metro y a otros temas que hoy son historia.