El frijol (Phaseolus spp.) es un cultivo que se ha extendido prácticamente en todo el mundo y es considerado como parte de la dieta básica de una gran parte de la población. Además de su aporte nutricional (24.7% de proteína, 69.4% de carbohidratos y 1.7% de lípidos), es un alimento nutracéutico, que previene o disminuye el riesgo de enfermedades crónico degenerativas por su contenido de antioxidantes, antimutagénicos, anticancerígenos, moduladores enzimáticos, reductores del colesterol y por contener compuestos que favorecen la tolerancia a la glucosa, el tránsito intestinal y promueven la buena digestión (Lépiz & Ramírez, 2010).

Actualmente se acepta que el frijol es de origen americano y se reconocen dos centros primarios de diversidad: Mesoamérica y Zona Andina. En cada uno de estos grandes centros se desarrolló un acervo o grupo genético distinto, con características propias debidas a su relativo aislamiento geográfico y reproductivo, características que además de observarse en las formas silvestres, se mantienen en las formas cultivadas. En Mesoamérica además de contar con la mayor variabilidad genética del género Phaseolus, ocurrió la domesticación del frijol común (Phaseolus vulgaris L.) en la región occidente de México. Del total de especies reportadas en nuestro país, cuatro han sido domesticadas: P. coccineus (frijol ayocote); P. lunatus L. (frijol lima); P. acutifolius (frijol tépary) y P. dumosus (frijol acalete) (Lépiz & Ramírez, 2010).

Especies reportadas

En México se reporta la presencia de 70 especies (Lépiz & Ramírez, 2010).

Especies atendidas por el SNICS

Se atienden 31 especies del género Phaseolus, destacando las siguientes:

  • P. vulgaris
  • P. coccineus
  • P. lunatus
  • P. acutifolius
  • P. dumosus
  • P. tenifolius

Usos y producción nacional

El producto comestible más importante de la planta de frijol es el grano seco; así como las vainas tiernas o ejotes, las cuales representan un producto de importancia en la alimentación del pueblo mexicano. En los países de la zona andina y muy especialmente en las poblaciones con alturas superiores a los 2,800 msnm, el consumo de grano tierno es la forma más popular de comer frijol debido al largo tiempo de cocción del grano seco a dichas alturas. En algunos países de África, también se consumen las hojas tiernas, antes de que haya ejotes, grano tierno o semillas secas (Lépiz & Ramírez, 2010).

La forma cultivada de frijol común se siembra en todos los estados del país y representa más del 95 % del frijol que se consume en México (Lépiz & Ramírez, 2010). El SIAP reportó que para el 2016 la superficie nacional destinada para la producción de frijol ascendió a 1,632,150 ha, de las que se cosechó el 96 % con una producción total del 1,088,766 t (0.69 t ha-1) y con un valor de producción de poco más de 13 mil MDP.

Antecedentes

La Red Frijol inicio actividades en el año 2002, con la misión de promover, coordinar, apoyar y realizar actividades dirigidas al conocimiento del género Phaseolus, su conservación y uso sustentable para beneficio de la sociedad. En el Cuadro 1, se presenta el desglose de las líneas de acción atendidas de acuerdo al Segundo Plan de Acción Mundial para los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO.

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LITERATURA CONSULTADA

Lépiz I., R. & R. Ramírez D. 2010. Los parientes silvestres del frijol común en el Occidente de México. Orgánica Diseño Editorial. México. 64 p.

Servicio de Información, Agroalimentaria y Pesquera. SIAP. 201. http://infosiap.siap.gob.mx/aagricola_siap_gb/ientidad/index.jsp. Consultado el 29 de mayo del 2017.

*No se utilizan cursivas en las palabras en latín por formato de la página gob.mx