Este Tratado internacional es un documento vivo que ampara, hoy y hacia el futuro, a la niñez y adolescencia en el mundo en general y en territorio mexicano en particular. Los avances que ha provocado son tangibles en la legislación nacional, en la estructuración de políticas públicas ahora bajo el principio del Interés Superior de la Niñez -pilar de la Convención-, y es herramienta en el cambio cultural en México para abrir espacios de participación y opinión a niñas, niños y adolescentes.
A la par de los logros, la Convención es herramienta para responder a importantes retos actuales como adjudicaciones presupuestales suficientes para beneficio directo de niñez y adolescencia, mecanismos para su participación efectiva sobre todo en municipios, escuelas y comunidades; goce de derechos a la información, navegación segura en internet en condiciones de ciberseguridad, desactivación de distintas violencias que les afectan y el cambio de la visión adultocéntrica -donde las personas adultas deciden todo sobre ellas y ellos-, a una de opinión sobre los asuntos que les atañen.
A continuación la liga al documento.
Dossier Informativo. Treinta años de la ratificación por México de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.