En ocasiones, las personas adultas consideramos que al hablar de derechos con niñas y niños podemos perder facultades como la autoridad o el respeto de ellas y ellos; ejemplo de esto, el informe realizado por la UNESCO: “Un enfoque de la educación para todos basado en los derechos humanos”, el cual señala que a veces puede creerse que el respeto de los derechos de los niños disminuye el respeto de los derechos de las personas adultas. Y en el caso de las y los docentes señala que éstos, pueden creer equivocadamente que dejar participar a los alumnos en la adopción de decisiones va en menoscabo de su rango o hace que sea más difícil mantener la disciplina.

Dicho informe señala que, “esta creencia se basa en el supuesto de que los derechos representan una cantidad fija y que si se da más a un sujeto se priva forzosamente a otro”. Tal creencia procede de visiones autoritarias existentes entre las personas adultas y la niñez; pues si bien, el respeto de los derechos de niñas y niños entraña cierta transferencia de poder, no supone necesariamente pérdida de derechos por parte de las personas adultas.

En este sentido, la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS 2010) señaló, que el 31% las personas adultas consideran que niñas, niños y adolescentes deben tener solo los derechos que sus padres y madres les quieran dar, o que simplemente no deberían tener derechos hasta cumplir la mayoría de edad; así mismo que, siete de cada diez personas dicen que niñas y niños deben conocer sus derechos pero también sus obligaciones.

Es necesario que las personas adultas conozcamos la importancia de fomentar el respeto y protección de la dignidad inherentes de los derechos humanos, pues la ausencia de esos derechos, como lo señala la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), “no sólo constituye una tragedia individual y personal sino que también crea las condiciones de la inestabilidad social y política donde germinan la violencia y los conflictos que se producen entre las sociedades y las naciones y dentro de éstas”.

Como lo marca la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes #LGDNNA es nuestra responsabilidad y el derecho de niñas y niños, acceder a una “educación de calidad que contribuya al conocimiento de sus propios derechos, basada en un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva, que garantice el respeto a su dignidad humana; el desarrollo armónico de sus potencialidades y personalidad, y fortalezca el respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales”.

Para enseñar a niñas y niños qué son los derechos humanos, es necesario que las personas adultas, eliminemos una serie de creencias asociadas a ellos entre las que se encuentran: la relación de los derechos de la niñez y adolescencia con la pérdida de autoridad y respeto hacia las personas adultas (padres, madres o cuidadores), o que la atribución de los derechos de la niñez está condicionada al cumplimiento de sus obligaciones.

Hablar de derechos con niñas y niños implica un cambio cultural, en el que les reconozcamos como personas titulares de derechos en el presente; donde tomemos en cuenta su opinión y participación en las cuestiones que les conciernen o afectan, donde procuremos su inclusión en la familia, la escuela y la sociedad bajo el principio de no discriminación y que en todas las decisiones que tomemos prevalezca el interés superior de la niñez.

Fuentes:

ACNUDH La enseñanza de los Derechos Humanos

https://www.ohchr.org/Documents/Publications/ABCChapter1sp.pdf

 

CONAPRED Encuesta Nacional Sobre Discriminación ENADIS 2010

http://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/Enadis-2010-RG-Accss-002.pdf 

 

Unesco- Unicef: Un enfoque de la educación para todos basado en los derechos humanos

http://unesdoc.unesco.org/images/0015/001588/158893s.pdf  

 

Ley general de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes LGDNNA

https://www.gob.mx/sipinna/articulos/ya-conoces-cuales-son-los-derechos-de-ninas-ninos-y-adolescentes?idiom=es