1. conocer los parámetros de comportamiento que les corresponde cumplir en su quehacer cotidiano;
2. fortalecer su identificación y compromiso con la institución;
3. reconocer y cumplir los principios, valores, compromisos y reglas de integridad del servicio público, y
4. abstenerse de incurrir en actos de corrupción o comportamientos contrarios a la ética pública.