La aplicación de buenas prácticas pecuarias en unidades de producción primaria con fines de exportación, ayuda a reducir en los animales los riesgos de contaminación, disminuir los peligros y riesgos físicos, químicos y biológicos, por lo que pueden ser aptos para utilizarse para autoconsumo, abasto o comercialización.
Contar con el certificado de buenas prácticas pecuarias en unidades de producción primaria con fines de exportación, da certeza y competitividad al productor nacional para la comercialización de sus productos en mercados de otros países.