Imagen decorativaAhora fui a Tabasco, ¡y estuvo padrísimo! Primero llegué a Villahermosa, que es la capital del estado.

La Reserva de los pantanos de Centla está a sólo hora y media de Villahermosa. Los pantanos se encuentran entre los dos ríos más grandes de México, justo donde se juntan el río Grijalva y el Usumacinta. Ahí pasamos el primer día del viaje...

¡Hay jaguares, cocodrilos, águilas y muchos otros animales! ¡Wow!

Lo que más me gustó de la Reserva de los pantanos de Centla fue una torre de 20 metros desde la que se puede ver cómo se juntan tres ríos. ¡Genial!

El segundo día fui a Yumká que queda a veinte minutos del aeropuerto de Villahermosa. Y este dato me encantó: Yumká significa duende que cuida las plantas y los animales, en maya chontal.

Aquí caminé en medio de la selva, todo un alucine. Hay muchos animales, desde jaguares hasta boas, pero los que me impresionaron más fueron los hipopótamos. ¡Híjole!, no pude ni contarlos. Hay muchísimos.

Por último, crucé uno de los pantanos por un puente colgante y ahí mero es donde pedí que me tomaran esta foto. Visita Tabasco; es la onda.