General Julio Cesar Avilés Castillo, comandante en jefe del ejército de Nicaragua.
Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, Secretario de Marina de México. 
Doctor Oscar Antonio de la Torre Amezcua, encargado de negocios de la embajada de México en Nicaragua.
Distinguidos integrantes del presídium e invitados especiales.
Compañeras y compañeros de armas de la república de Nicaragua.
Respetables familias que nos honran con su presencia.
Señoras y señores.
Representantes de los medios de comunicación.

Muy buenos días.

Me es grato transmitir a ustedes el afectuoso saludo del licenciado enrique peña nieto, presidente constitucional de los estados unidos mexicanos, quien además envía sus mejores deseos al pueblo nicaragüense; gesto fraterno al que nos sumamos los integrantes de las fuerzas armadas de México.

Para mi esposa Bertha y para mí, es un honor estar en esta bella nación acompañados de mi amigo y compañero de armas, el Almirante Soberón Sanz y su distinguida esposa Georgina a quienes felicito por compartir con nosotros el otorgamiento de tan importante distinción que nos hace el ejército de Nicaragua.

En este país hermano que se caracteriza por sus lagos y volcanes, hemos constatado la cordialidad, calidez y hospitalidad de sus habitantes y de quienes integran las fuerzas de tierra, mar y aire de Nicaragua.
Nicaragua y México, entrañan una estrecha relación bilateral con profundas raíces que datan de 1839; naciones que comparten costumbres, tradiciones y una herencia histórica de igualdad y de justicia social.
El desarrollo, la seguridad, la educación, la reducción de los índices de pobreza y la cooperación internacional, son objetivos prioritarios y compartidos entre nuestros mandatarios. 
Para el presidente de México, una de las metas nacionales plasmadas en su plan nacional de desarrollo, es hacer de nuestro país un actor con mayor responsabilidad global; visión estratégica, que nos ha permitido lograr mayor presencia en el mundo en los últimos años.

Para contribuir con este objetivo, las Secretarías de Marina y de la Defensa Nacional de México, hemos reforzado de manera dinámica y constructiva nuestra presencia en el mundo, a través de:
El incremento de agregadurías navales, militares y aéreas, y de defensa.

La participación de marinos y militares en operaciones de paz; y la interacción en distintos foros multilaterales y hemisféricos, como fue la conferencia de seguridad de Centroamérica 2017, en la que tuvimos el honor de ser sede el pasado mes de abril, en Cozumel, Quintana Roo.

Con las fuerzas armadas de Centroamérica y particularmente con el ejército de Nicaragua, mantenemos fuertes lazos afectivos y de colaboración conjunta, mediante una relación de respeto, cooperación y apoyo mutuo, que se ha hecho patente a través de diversas acciones como la ayuda humanitaria, el intercambio educativo y de información, visitas oficiales, participación en eventos conmemorativos,  entre otros aspectos. 

Hemos acompañado solidariamente a la sociedad nicaragüense, durante las afectaciones provocadas por los huracanes Cesar, Mitch y Félix, en los años 1996, 1998 y 2007, respectivamente. 

Desde el año de 1936, esta nación hermana nos ha honrado, enviando a 123 militares a realizar diversos cursos en nuestro sistema educativo militar; sobre todo, en los campos de las ciencias médicas, ingeniería, administración militar y en aviación, entre otros.

Actualmente, 2 compañeros de armas nicaragüenses se capacitan en el centro de estudios del ejército y fuerza aérea en la ciudad de México.

El día de hoy, sumamos una muestra más de nuestras buenas relaciones, con la suscripción de un memorándum de entendimiento, en el que trabajaremos a través de las siguientes áreas de cooperación: 

Educación, adiestramiento y capacitación;
Seguridad y defensa;
Ciberseguridad y ciberdefensa;
Apoyo a la población civil;
Apoyo mutuo en contra de amenazas transnacionales;
Cooperación científica  y tecnológica; 
Industria de defensa; 
Logística; entre otros.

La firma de este documento, pone de manifiesto nuestra afinidad en propósitos y representa el marco ideal para haber recibido con enorme orgullo la condecoración “Orden ejército de Nicaragua”, de manos de mi amigo el general avilés castillo.

Presea que recibo en nombre de más de 200 mil mujeres y hombres que integramos el ejército y fuerza aérea de mi país, como reconocimiento a las sólidas relaciones de amistad y cooperación que mantenemos con el ejército de Nicaragua.

Distinguido general avilés castillo; muy estimado amigo:

Le solicito sea el digno conducto para transmitir al señor presidente de la república, el excelentísimo señor Daniel Ortega Saavedra, mi sincero agradecimiento por el alto honor que representa ser condecorado por su ejército.

Agradecimiento que hago extensivo de manera especial a usted, por la deferencia que me ha otorgado en su calidad de comandante en jefe y a todos los que constituyen esta institución ejemplar.
Institución armada con la que el ejército mexicano se identifica plenamente y coincide en la elevada responsabilidad de defender la integridad, soberanía e independencia de nuestros países, entregándonos sin reservas para seguir forjando las naciones que soñamos y que heredamos de nuestros próceres.

Tenga la plena certeza, que seguiremos impulsando diversos proyectos conjuntos que abonen al fortalecimiento de esta relación, incluyendo acciones que nos permitan atenuar los efectos de fenómenos perturbadores que dañan a nuestras poblaciones y sus bienes.

Me reitero a sus órdenes para seguir recibiendo a jóvenes que deseen cursar sus estudios en nuestros planteles militares.

Muy apreciados compañeros de armas de esta nación hermana:

La profesión militar, implica un camino de enormes retos y también de grandes satisfacciones; es una carrera competitiva, alentadora y dignificante, que recompensa la dedicación y entrega de los soldados al servicio de su patria.

Las divisas que orgullosamente portamos en nuestro uniforme, representan perseverancia, trayectoria y logros... Pero también representan los valores éticos de los ejércitos.
Finalizo mi intervención destacando que: 

La condecoración con la que me han distinguido, me recordará siempre a este gran país y la unión y camaradería que existe entre nuestros pueblos y sobradamente entre los militares nicaragüenses y los mexicanos.

Los invito a que sigamos fortaleciendo el vínculo fraternal que nos une, enmarcado en más de 178 años de relaciones bilaterales.

Los invito a visitar nuestro país... Será un privilegio recibirlos en nuestras instalaciones. 

Los invito para que a través del diálogo constructivo y cercano... De la cooperación y la concertación... De la voluntad y la confianza mutua, sigamos trabajando juntos de manera coordinada...

¡Por el bien de nuestras naciones... Por el bien de nuestras fuerzas armadas!

Muchas gracias.