Señores funcionarios de la Secretaría.

Apreciables Generales en la honrosa situación de retiro.

Respetables damas y familias que nos acompañan.

Compañeros de armas.

Representantes de los medios de comunicación.

A todos ustedes, buenos días.

Trasmito a ustedes el saludo que por mi conducto les envía el Ciudadano Enrique Peña Nieto, Presidente de la República y nuestro Comandante Supremo, quien al informarle sobre esta ceremonia, me indicó, les hiciera extensivo su profundo agradecimiento y reconocimiento por el trabajo y los servicios en beneficio de todos los mexicanos.

Es grato encontrarme reunido una vez más y con todos ustedes en este estadio “SEDENA”, para hacer entrega de condecoraciones como ya lo vimos al valor heroico, mérito militar, servicios distinguidos y distinciones de desempeño a Generales, Jefes, Oficiales y Tropa que han destacado en las operaciones para reducir la violencia, Plan DN-III-E, ayuda humanitaria y en las actividades diarias y de adiestramiento.

Hoy ante nosotros se encuentra un grupo de mexicanos en uniforme militar, que con su desempeño ejemplar inclusive arriesgando su propia vida han demostrado sobrado celo profesional, poniendo de manifiesto su amor por México, ciudadanos comprometidos con las mejores causas y con un alto sentido de responsabilidad en el ejercicio de sus funciones.

Por ello, es justo reconocer esa entrega permanente e indudable vocación de servicio que siempre hacen patente en su trabajo diario.

En tal virtud y con fundamento en la ley de ascensos y recompensas del Ejército y Fuerza Aérea, se entregan hoy, aquí: 50 condecoraciones y 900 distinciones de desempeño.

En este mismo sentido, de manera simultánea, en las regiones militares y aéreas, en un acto similar, se están otorgando a nuestros soldados 166 condecoraciones y 8 mil 340 distinciones más de desempeño.

Estas recompensas se suman a las más de 13 mil 300 que se han otorgado en la presente administración, con el fin de premiar el mérito de los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea en diversos ámbitos.

Así queda constancia del compromiso del Señor Presidente de la República y de la propia Secretaría para reconocer en esta administración el gran esfuerzo desplegado por los soldados de México en beneficio de la sociedad.

Apreciables compañeros de armas: Aprovecho esta oportunidad para dirigirme a ustedes, como Secretario y Alto Mando, por última vez como tal.

Esta enorme responsabilidad la acepté con orgullo, agrado y sobre todo confianza, porque nuestra institución cuenta con soldados leales, honorables, íntegros, valientes y con profundo amor a México.

La experiencia previa en diferentes cargos, me permitió darme cuenta, que había mucho que hacer hacia el interior de nuestras instituciones; que había que retribuirles a ustedes por lo mucho que hacen por el país; que era necesario dar más atención al bienestar de ustedes y de sus familias.

¡Desde entonces, nos propusimos transformar al instituto armado!

Para transformar, fue indispensable el decidido apoyo de nuestro Comandante Supremo, quien desde el primer día de su mandato hizo patente su empatía y acercamiento con sus soldados y con sus marinos.

Les reitero que en mis más de 54 años de servicios, nunca vi un respaldo similar como el que nos ha brindado el Presidente Peña; gracias a eso, hemos fortalecido las capacidades de nuestra institución, logrando además consolidar proyectos, muchos de ellos, que benefician a la gran familia militar en su conjunto y que trascenderán para las nuevas generaciones.

Me hubiera gustado hacer un breve recuento de los logros que hemos alcanzamos, aquí lo tengo pero creo sería repetitivo respecto a lo que acaba de decir el Sr. General Subsecretario; por lo tanto, me voy a ahorrar estos de los logros y hare otros comentarios.

Lo que mencionó el General Roble son algunos de los logros sin embargo son pocos comparados con lo que merecen ustedes y sus familias, son poco de lo mucho que merecen el Ejército y la Fuerza Aérea, reconozco con amplitud el esfuerzo y compromiso que ustedes y 200 mil más demostraron, en particular en esta administración.

Quiero agradecerles ese esfuerzo, entrega y dedicación con los que han afrontado cada una de las misiones encomendadas; reconocerles el valor, honor y lealtad demostrados; valores que nos permiten mantener el prestigio de las Fuerzas Armadas, así como la confianza y respaldo que nos otorgan los mexicanos.

Ustedes deben estar convencidos y orgullosos de que han realizado una labor fundamental, única, amplia y de gran importancia, gracias a ello, somos la institución que más resultados aporta al esfuerzo nacional en materia de seguridad; así mismo, gracias a ustedes, hemos disminuido considerablemente las quejas en materia de derechos humanos, aspectos ambos, por los que también gozamos de la más alta confianza que nos otorga la gran mayoría de los mexicanos.

El Señor Presidente de la República como Comandante Supremo y el que habla, como Alto Mando, nos sentimos significativamente orgullosos y satisfechos por el eficiente desempeño de todos y cada uno de ustedes mujeres y hombres valientes que visten con orgullo el uniforme de la patria pueden estar seguros de que esa valerosa entrega, México se los reconoce y la sociedad se los agradece.

Muy distinguidos compañeros que hoy reciben condecoración y distinción:
Estas recompensas son fruto de su esfuerzo y determinación, de su profesionalismo y compromiso institucional.

Además de ser un logro para ustedes en esta noble pero demandante profesión militar, representa un logro personal que comprende a sus apreciables familias, que solidariamente han apoyado a cabalidad su trabajo, siempre buscando el bienestar de la sociedad y el progreso de México.

¡Ellas, sus respetables familias, se merecen todo nuestro reconocimiento y consideración!

Concluimos un sexenio en el que enfrentamos situaciones complejas que pusieron a prueba la unión de los mexicanos y la capacidad de respuesta de sus fuerzas armadas.

Un sexenio en el que quedó demostrado una vez más, que somos instituciones sólidas y permanentes, garantes de la soberanía nacional.

Gracias al esfuerzo de todos, hoy somos un Ejército y una Fuerza Aérea, con elevado reconocimiento nacional e internacional, considerados como una de las mejores instituciones en el continente y en el mundo, en cuanto a funcionamiento y operatividad, pero también por la eficiencia en el cumplimiento de sus misiones y los resultados obtenidos.

En unos días concluiré mi cargo como Alto Mando, con la satisfacción de haber intentado dar mi cien por ciento y un poco más, de haberle cumplido a México y de haberle cumplido a ustedes; el primero de diciembre asumirá este honroso cargo el General Luis Cresencio Sandoval González; General de reconocido prestigio que a lo largo de su destacada trayectoria militar, ha demostrado su marcado liderazgo y don de mando, pero sobre todo sensibilidad y preocupación por su personal.

Estoy seguro, que quien será nuestro nuevo General Secretario, seguirá concretando proyectos en beneficio de la gran familia militar. Estoy convencido que con el respaldo de todos ustedes, será un excelente Secretario de la Defensa Nacional.

Ustedes deben sentirse tranquilos y saber que las fuerzas armadas somos instituciones fuertes e indispensables para el estado mexicano. Debemos seguir desempeñándonos con el mismo ímpetu y entereza para mantener el prestigio de nuestro Ejército y de Nuestra Fuerza Aérea. Recuerden nuestra lealtad es total, absoluta, institucional e incondicional, es, ha sido y debe ser siempre a las instituciones legalmente establecidas y al pueblo de México.

De ustedes me llevo en la mente y en el corazón las más grandes emociones y satisfacciones de haber estado al frente de nuestras instituciones y contar con su entrega, respeto y consideración.

Les trasmito también el agradecimiento de la familia Cienfuegos Gutiérrez, por todo lo que hacen por nuestro país; gratitud que hacemos extensiva a sus apreciables familias, que con su apoyo son parte fundamental para el correcto desempeño de cada uno de ustedes.

Reciban un abrazo fraterno y solidario, así como, nuestros mejores deseos para que el éxito los acompañe en los proyectos personales, profesionales y familiares que tengan.

Lleven por favor un afectuoso saludo a sus seres queridos.

Nueva mente les reitero mi reconocimiento por su entrega total al país gracias por su lealtad a México, gracias por su servicio a las fuerzas armadas, gracias por haberme ayudado a desempeñarme en estos últimos años como su Alto Mando gracias, muchas gracias y nuevamente mis felicidades a los hoy condecorados y distinguidos.