A finales de 1943, el Presidente Ávila Camacho y el entonces Secretario de la Defensa Nacional, General Lázaro Cárdenas, con la intención de contar con un inmueble acorde a las nuevas necesidades de la Secretaría, integraron una Comisión Técnica encargada de realizar el diseño y construcción del edificio que alojaría a citada Secretaría.
La Comisión estuvo conformada por el Coronel I. C. José Méndez Salazar, ingeniero encargado de Construir el Hipódromo Militar y otras importantes obras en el Campo Militar No. 1-A; el Arquitecto Edmundo Zamudio, Vicepresidente del Ateneo Mexicano de Ciencias y Artes; el Arquitecto Raúl Díaz Ceballos, representante del auge de la construcción de casas de estilo californiano en la Colonia Hipódromo Condesa; y el Ingeniero Alberto J. Flores, quien contribuyó a la Ingeniería Civil en México como el primer calculista de estructuras. Los arquitectos e ingenieros de la comisión técnica presentaron un proyecto que simplificaba el control técnico y administrativo del Ejército, así como la elección de la ubicación más adecuada, evitando crearle problemas urbanistas a la Capital de la República.
El 5 de diciembre de 1947, el edificio fue inaugurado por el Presidente de la República, Licenciado Miguel Alemán Valdés, en compañía del General Gilberto R. Limón, Secretario de la Defensa Nacional, Licenciado Fernando Casas Alemán, Jefe del Departamento del Distrito Federal, el Coronel Piña Soria, Jefe del Estado Mayor Presidencial y otros altos funcionarios.
El edificio tiene una forma de doble T. La construcción de su estructura es rectangular con concreto armado, elaborado por procedimiento vibratorio. Dispone de una superficie aprovechable, en sus nueve pisos. Las nuevas instalaciones se realizaron de acuerdo con la técnica moderna, para el alumbrado eléctrico, clima artificial, comunicaciones telefónicas, distribución de agua y los suficientes servicios sanitarios. El acabado de los muros fue transparente, para ello utilizaron el cristal como base, sus pisos fueron de madera y mosaico imitación granito, en oficinas y vestíbulos respectivamente, sus zoclos eran del mismo material, la pintura interior y partes ornamentales eran de gran calidad.