Después de la muerte del Presidente Francisco I. Madero, y ante la usurpación de la silla presidencial por el General Victoriano Huerta, el Gobernador del estado de Coahuila, Venustiano Carranza, se lanzó a la lucha armada para restituir el orden constitucional.
El 26 de marzo de 1913 Carranza proclamó el Plan de Guadalupe, en el que desconoció al gobierno del General Huerta, además dio nombre a las fuerzas armadas que organizó denominándolas Ejército Constitucionalista, del que se designó como Primer Jefe. Este documento es la base para la creación del actual Ejército Mexicano y representa la defensa de las instituciones legalmente constituidas.