En el marco de la última etapa de la Revolución Mexicana, los múltiples triunfos del Ejército Constitucionalista lo llevaron a obtener el protagonismo al vencer en la llamada lucha de facciones al Ejército Convencionista y quedar como la fuerza armada más importante del país.
El Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo, Venustiano Carranza enunció su firme propósito de restablecer el orden constitucional en aras de haber finalizado la lucha armada.
Fue así como, Venustiano Carranza representando al poder Ejecutivo, convocó el 19 de septiembre de 1916, al llamado Congreso Constituyente de Querétaro, figura política que trabajó bajo el lema de “Constitución y Reformas”, y cuyo propósito radicó en el estudio de las reformas propuestas que formarían parte de la nueva Carta Magna bajo la cual se regiría el orden político nacional, siempre en defensa de los ideales revolucionarios, así como de las nuevas demandas de la sociedad mexicana, lo que permitió poner en marcha su proyecto de nación.
El Congreso inició sus sesiones el 1 de diciembre de 1916, en el emblemático Teatro Iturbide de la ciudad de Querétaro, Qro., el cual contó con la presencia de Venustiano Carranza, acompañado de Roque Estrada, Federico Montes; en total estuvo conformado por 218 diputados de los cuales 66 fueron militares.
Como parte del acto inaugural el mismo Carranza presentó un resumen de las reformas propuestas para ser incluidas en la nueva Constitución, entre las que destacan el juicio de amparo, la soberanía nominal de los estados, la libre concurrencia mercantil, la elección directa del Presidente, la responsabilidad política, el sistema presidencial y la desaparición de la vicepresidencia.
Asimismo, el Congreso contó con una Comisión de Puntos Constitucionales, encargada de analizar los asuntos centrales de la Carta Magna, y de someter a consideración todas aquellas cuestiones propuestas por los diputados para ser incluidas en tan importante documento.
Finalmente, y después de arduas sesiones y consensos, el 31 de enero de 1917, Carranza firmó la nueva Constitución denominada Reforma a la Política de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1857, a este solemne acto le acompañó el Secretario de Guerra y Marina, el General Álvaro Obregón.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos fue promulgada finalmente el 5 de febrero de 1917, misma que desde entonces ha regido y protegido los derechos de todos los mexicanos.