• Oídos.
    • La ausencia o deformidad del pabellón auricular.
    • La ausencia o deformidad del pabellón auricular, no afecta las actividades militares del personal durante el curso de formación de sargentos especialistas.
    • Presencia de enfermedad crónica del pabellón auricular, conducto auditivo externo, oído medio o interno de uno o ambos oídos o que disminuya la agudeza auditiva en las frecuencias de 250, 500, 1000 y 2000 Hertz (para todos las escuelas no se aceptarán individuos con sordera de más de 20 decibeles).
  • Equilibrio.
    • Estados vertiginosos permanentes de cualquier etiología.
  • Nervio facial.
    • Secuelas de parálisis facial que impidan el cierre total de los labios o que impidan el silbido.
  • Cara.
    • La ausencia, deformidad o enfermedad crónica de la nariz y fosas nasales, que perturben la fonación, respiración y ventilación de senos paranasales y del oído medio.
    • La ausencia o deformidad de los maxilares superiores o mandíbula.
  • Boca y faringe.
    • Trastornos congénitos o adquiridos buco-dentomaxilares que dificulten la articulación del lenguaje, así como disfemias y otras alteraciones de lenguaje, que dificulten la comunicación.
    • Las afecciones faríngeas crónicas rebeldes a tratamiento que ocasiones disfagia con repercusión al estado nutricional (solo para los cursos de formación de sargentos especialistas).
    • Parodontopatías severas sin tratamiento.
    • Neoplasias buco-dentomaxilares.
    • Procesos infecciosos en fase aguda derivados de enfermedad periodontal, restos radiculares y caries dental
    • Síndrome disfuncional de la articulación temporo-mandibular con alteración demostrable sin tratamiento.
    • Maloclusiones severas con repercusión en la masticación.
    • Más de dos órganos dentales faltantes contiguos sin rehabilitación.
    • Lesiones cariosas.
    • Sarro dental.
    • Tratamientos ortodónticos móviles o fijos (brackets, retenedores, etc.).
  • Laringe.
    • Las afecciones laríngeas crónicas rebeldes a tratamiento o que ocasionen disnea de esfuerzo, afonía o disfonía.
    • Todo padecimiento laríngeo que aún después de ser tratado deje incapacidad respiratoria.
    • Los procesos patológicos de índole benigno de las estructuras nasosinuales que no cedan a la terapéutica establecida y que dificulte ostensiblemente la función nasal.
  • Cuello.
    • Presencia de tumoraciones o neoplasias en glándulas salivales, glándula tiroides o cabeza y cuello.

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