Que muchas personas con enfermedades terminales y oncológicas piensen en el suicidio o se quiten la vida, no significa que la conducta suicida sea un síntoma del cáncer o que el cáncer "cause" el suicidio.
NO es tanto la conducta en sí, vale decir su topografía o materialidad conductual (tomar un veneno o saltar por una ventana), ni tampoco el resultado final (muerte o vida), sino la intención que persigue un sujeto mediante la ejecución de una conducta determinada, lo que define la "esencia" de la conducta suicida.
Mantener el criterio de intencionalidad es fundamental para discriminar entre un suicidio y un accidente.
Confusiones conceptuales implícitas al dato del 90%. Se refiere a la falta de discriminación entre la muerte de una persona que en plena "crisis psicótica" salta por la ventana huyendo de unas voces alucinatorias imperativas y la de una persona que bajo la presión de un diagnóstico de depresión crónica decide acabar con su vida dejando una nota de despedida.
Según el modelo biomédico, ambos serían ejemplos de "suicidios patológicos". Sin embargo, la pregunta sera: ¿qué parecido suicida hay entre una muerte no deseada ni buscada, y una muerte buscada y planificada? Que alguien se suicide sin quererlo (caso de la crisis psicótica) es un contrasentido.
Se confunde un factor de riesgo con un factor explicativo, y más aún, esta confusión se propaga como "verdad" a través de los medios de comunicación