En esta ocasión, en el número 2 del volumen 6 del boletín Género y Salud
en Cifras se publica un ensayo y dos artículos, uno de ellos comentado.
El primer ensayo “Cuando las altas son más bajas: la depresión en personas
adultas” de Oliva López Sánchez invita a reflexionar sobre los trastornos
emocionales, poniendo atención particular en el trastorno depresivo que se
presenta en la edad adulta y en las consecuencias personales y sociales que
conllevan a lo largo de la vida; la autora toma como punto de partida la idea
de que los trastornos emocionales presentan características diferentes según
“el género, la edad, la clase social y la adscripción étnico-racial”, el marco
teórico que considera conveniente supone que la enfermedad es histórica y
cultural, sin negar el aspecto orgánico de la depresión.
Un elemento que distingue las aportaciones de este ensayo es el interés
de la autora por discutir sobre la etiología de la depresión expresada por los
profesionales de la salud, partiendo del supuesto de que ese trastorno ha
rebasado cualquier clasificación existente, amén del escaso alcance de los
tratamientos psicoterapéuticos y farmacológicos.
López Sánchez coincide con otros autores en afirmar que los problemas
emocionales son mayormente resentidos por las mujeres. Retoma los resultados
de la Primera Encuesta Nacional de Psiquiatría realizada en México en
el año 2000 en la que se evidenció la existencia de alrededor de 11 millones
de mexicanas con cuadros depresivos, afectivos o de ansiedad, mientras que
en el caso de los varones las cifras alcanzan los siete millones deteriorando
con ello su calidad de vida. De igual manera, la autora retoma estadísticas
recientes del Instituto Mexicano del Seguro Social que muestran que, para
2007, cerca de 25 millones de mexicanos presentan desórdenes mentales
tales como depresión, ansiedad, esquizofrenia, estrés o fobias. En esa institución se calcula que para el año 2020 la depresión será
el trastorno mental que causará mayor número de incapacidades
laborales, físicas y sociales.
A partir de un análisis que detalla síntomas, causas e
influencias de diversos factores de la depresión la autora
aborda la problemática desde la perspectiva de género y
su relación con la edad. La autora reconoce la importancia
de los aspectos orgánicos en la explicación de todo
padecimiento pero argumenta que las vivencias emocionales,
familiares, laborales y de recreación que afectan el
funcionamiento orgánico están definidas por una cultura
de género que establece formas diferentes de sentir y expresar
las vivencias entre hombres y mujeres.
En cuanto a la depresión en los hombres, la autora
profundiza en aspectos clave para entender la complejidad
del padecimiento y la dificultad del diagnóstico;
señala que, aun y cuando las estadísticas indican que
los hombres se deprimen menos que las mujeres, es necesario
cuidar los procedimientos con los que se evalúa
este trastorno en ellos, ya que en nuestro país las disposiciones
culturales de género en cuanto a la masculinidad
demanda en los hombres la anulación o no expresión de
algunas de sus emociones, como la tristeza, el amor, el
sentimiento de vulnerabilidad e indefensión, y les exige
y refuerza un comportamiento agresivo, violento y explosivo
para demostrar masculinidad. Todo esto dificulta
que un hombre reconozca o acepte que se siente deprimido,
o por lo menos, triste, cansado, desanimado.
Este ensayo resulta una valiosa aportación de re-
flexiones críticas en torno al diagnóstico y los tratamientos
de la depresión que generalmente no consideran las
diferencias en los síntomas relacionados con “la cultura
de género” que promueve una educación y vivencia diferente
para hombres y mujeres, ni otros elementos de
índole socio-antropológica que explican los factores culturales
de la depresión.
El segundo artículo de este número, titulado “El embarazo
no deseado y el aborto en adolescentes: un reto y
una responsabilidad colectiva” de las autoras María Elena
Collado, Raquel Alva, Laura Villa, Eugenia López, Deyanira
González de León y Raffaela Schiavon, trae a colación
una problemática de salud de la mujer que, vista desde la
perspectiva de género, históricamente ha estado al centro
del debate ético y de los derechos humanos de las mujeres en particular. Las autoras abundan en la evidencia
e implicaciones de la práctica del aborto en adolescentes
y, con base en cifras internacionales y nacionales,
argumentan que aun en escenarios de censura ante esos
procedimientos las adolescentes recurren al aborto ante
diversas situaciones. Según las autoras, a escala global,
en todas las edades y condiciones sociales, el motivo más
común del aborto es precisamente el embarazo no deseado;
para el caso de las adolescentes resumen una serie
de causales que se suman a la situación de considerar un
embarazo no deseado y desembocar en la interrupción
del mismo, como por ejemplo, temor a las reacciones paternas,
abandonar la escuela, o problemas económicos y
falta de apoyo social, todo lo cual complejiza la comprensión
de lo que para ellas implica el aborto.
Las autoras destacan aspectos específicos relacionados
con el aborto en mujeres adolescentes como son la
vulnerabilidad emocional de las adolescentes que tienen
su primer contacto con servicios de atención obstétrica
debido a un aborto, que en muchas ocasiones se acompaña
de una falta de apoyo en consejería, propensión a
tardar en tomar decisiones, su exposición a proveedores
de servicios de interrupción del embarazo no capacitados
o a usar métodos peligrosos para autoinducir el aborto.
Las autoras también refieren situaciones de morbilidad
más severas, estancias hospitalarias más prolongadas,
requerimientos de autorizaciones de los padres, y
toma de decisiones forzadas con respecto al aborto, que
pueden dar como resultado la reducción de la autonomía
y la responsabilidad de las mujeres adolescentes sobre su
vida reproductiva.
Este artículo es sugerente y expone una serie de propuestas,
entre las que se mencionan la prevención de embarazos
no deseados y no planeados mediante la distribución
a las y los jóvenes de anticonceptivos, incluyendo
los métodos de emergencia, además de su educación para
el uso eficaz de ellos; la difusión de información veraz y
completa sobre el aborto; el acceso a servicios legales y
seguros para la interrupción de un embarazo y el uso de
modelos de atención adaptados a las necesidades particulares
de las adolescentes.
El siguiente artículo del boletín, escrito por Teresa Pedroso
Zulueta, presenta un ejercicio sobre reconfiguración
de bases de datos para obtener información estadística útil para el cálculo de indicadores de género. Este texto
titulado “El género como eje transversal en la trayectoria
estudiantil de estudiantes-profesionales de la salud.
Estadísticas de las y los estudiantes-profesionales de la
salud de la Universidad Nacional Autónoma de México”
de manera sucinta pretende mostrar el tránsito por las
etapas de un proyecto que inició con la interrelación de
varias bases de datos primarios existentes en la Dirección
General de Planeación de la Universidad Nacional Autó-
noma de México, para el diseño de una base de datos
“única” de fácil manejo y explotación para la producción
de estadísticas confiables sobre población escolar.
El estudio, además de presentar indicadores y el análisis por sexos de la población escolar de las carreras
de profesionales de la salud de la UNAM, en el periodo
1990-2005, trasciende a la aplicación de modelos estadísticos
sencillos para corroborar hipótesis sobre indicadores
que muestran diferenciales de género en el desempeño
escolar de estudiantes-profesionales de la salud de
seis carreras del Área de Conocimiento de las Ciencias
Biológicas y de la Salud, según la clasificación vigente en
la UNAM: Médico Cirujano, Cirujano Dentista, Licenciatura
en Enfermería, Psicología y Optometrista, y la carrera
corta Técnico en Enfermería.
En cuanto al desempeño académico de egresados/as
y titulados/as del período 1990-2005 el estudio confirma la hipótesis de que ellas, en las mismas carreras,
suelen tener indicadores de aprovechamiento académico
más elevados que los hombres. La comparación estadística
de las medias, para el caso de los promedios de cali-
ficaciones, muestra diferencias favorables a las mujeres,
aun en presencia de poblaciones cuantitativamente diferentes.
La población femenina casi triplica a la masculina,
y la distribución alrededor de la media presenta mayor
variabilidad para las mujeres. Ellas alcanzan un promedio
más elevado, y en cuanto a rango de calificaciones tienen
mayor probabilidad de ubicarse en el nivel alto.
El aporte de este trabajo resulta valioso dado que
muestra una de las múltiples maneras de aprovechar la
información estadística proveniente de la base de datos
única sobre población escolar que se construyó a partir de
la articulación de varias bases de datos independientes,
que la UNAM tiene disponible y que puede ser utilizada
por las y los especialistas y estudiosos de las problemáticas
de género en la educación para analizar y documentar as trayectorias y transiciones del curso de vida estudiantil
de mujeres y hombres universitarios en los diferentes
dominios vitales.
Finalmente, en este número se incorporan los comentarios
de Luz María Moreno Tetlacuilo al artículo de
Teresa Pedroso. La comentarista resalta las aportaciones
de Pedroso y plantea numerosas líneas de investigación
sobre la población escolar y el género que pueden ser
muy útiles para explorar diferenciales y desigualdades de
género que, en ausencia de información confiable para el
cálculo de indicadores de género, hubieran sido difíciles
de abordar. Las sugerencias de Moreno Tetlacuilo resultan
de incalculable valor para incursionar en estudios que
desde los fundamentos del método científico articulen
adecuadamente los principios básicos de la investigación,
la teoría, el método y la técnica, esa sería una misión encomendada
a los usuarios de la referida base de datos sobre
población escolar disponible en la UNAM.
Como parte de los contenidos permanentes del boletín
Género y Salud en Cifras, en este número se presentan
las Secciones “Para descifrar” y “Notigénero”. La
primera expone cifras oficiales e indicadores resúmenes
actualizados sobre morbilidad y mortalidad por sexo realizados
por la Dirección General de Información en Salud
con el objetivo de mostrar diferencias en la salud de hombres
y mujeres que son importantes a considerar para el
planteamiento y desarrollo de alternativas de promoción
de la salud, prevención y atención a enfermedades con
perspectiva de género. Así también, compartimos en
esta sección algunas cifras relevantes sobre la carga de
enfermedad en años de vida saludable (AVISA) perdidos
por mujeres a causa de la depresión unipolar mayor que
representan un reto para el trabajo con perspectiva de
género en este padecimiento mental.
Por otra parte, la sección “Notigénero” comparte con
ustedes eventos próximos a realizarse en los que las y
los interesados en los temas de género en salud podrán
actualizarse e intercambiar sus experiencias.
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Género y Salud en Cifras. Volumen 6, No. 2 Mayo - Agosto 2008. CNEGSR
Revista Oficial del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva
Secretaría de Salud |
29 de agosto de 2008
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