Con el objetivo de favorecer el bienestar físico y mental de niños, niñas y adolescentes de Baja California, generar condiciones para su sano desarrollo, así como retrasar o evitar el uso de drogas, especialistas en el tema participaron en el conversatorio “Salud mental en tiempos de COVID-19”.

La licenciada Marisol Ávalos Beltrán, secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) en la entidad, afirmó que para consolidar el desarrollo del estado como una sociedad democrática, incluyente y de valores, es muy importante preservar la salud de la población más joven, por lo que resaltó la necesidad de crear lazos de apoyo y fortalecer vínculos entre sociedad civil, organismos y gobierno.

La diputada federal por Baja California, Lizeth Noriega Galaz, informó que ha presentado tres iniciativas en materia de salud mental y adicciones en la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados y se ha solicitado a las empresas que se sumen para dar solución integral a esta problemática. Puntualizó que, debido a la falta de empleo, la ansiedad por el encierro y los problemas de salud, entre otros, muchas personas han recaído en el consumo de drogas, de ahí la importancia de acciones que incentiven la activación física, la promoción de la cultura y los programas para motivar la expresión sana de las emociones.

La doctora Carmen Fernández Cáceres, directora general de Centros de Integración Juvenil, presentó la ponencia “Impacto de la pandemia de COVID-19 en niños, niñas y adolescentes”. Refirió que en esta etapa de confinamiento y clases en línea, muchos estudiantes han desertado en todos los niveles (15.5 por ciento), principalmente medio superior y superior, pues muchas familias no cuentan con las herramientas y la tecnología necesarias para sus prácticas educativas. Indicó que sólo 43 por ciento de los hogares cuenta con equipo de cómputo y 56 por ciento con internet (20 y 23 por ciento en zonas rurales, respectivamente), lo cual representa mayores dificultades para continuar con la educación. Todo ello, señaló, son factores de riesgo para el inicio del uso de sustancias adictivas o presentar recaídas en el consumo.

Explicó que es normal sentir miedo, ansiedad, tristeza, frustración, preocupación y enojo ante la crisis que se vive actualmente; además, el manejo de estas emociones es distinto en las diferentes etapas de la vida, aunque afirmó que es importante reconocerlas para aprender a controlarlas, pues cuando la expresión de estas se desborda, se debe buscar ayuda.

Informó que una de las principales manifestaciones del estrés es la violencia, la cual ha aumentado en los hogares en este periodo de aislamiento. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a julio en el país se han reportado más de 706 mil llamadas de emergencia relacionadas con este problema. En Baja California esta cifra es de más de 50 mil.

Añadió que según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes 2014, en esa entidad 10 por ciento de los alumnos de quinto y sexto grados de primaria habían consumido alcohol alguna vez en su vida; 28.4 por ciento de los estudiantes de secundaria y 64.6 de los preparatorianos, también. En cuanto al tabaco, 4.6 por ciento en primaria ya había fumado alguna vez, al igual que 12.5 por ciento en secundaria y 38.8 en bachillerato. Asimismo, el consumo de cualquier droga se registró en cuatro por ciento de los alumnos de primaria, 9.4 en estudiantes de secundaria y 21.4 por ciento entre los de nivel medio superior.

Destacó que durante el segundo semestre de 2019 se presentaron 586 solicitudes de atención de usuarios de drogas de primer ingreso a tratamiento en las unidades de CIJ en Baja California; la sustancia de mayor impacto fue la mariguana (68.7 por ciento de los usuarios), seguida por el alcohol, el tabaco y las metanfetaminas. La edad promedio del inicio del consumo es a los 14 años y la mayoría de los pacientes son hombres (75 por ciento). Informó que en los cuatro CIJ del estado se atiende aproximadamente a 300 mil personas, mediante acciones preventivas, y a 5 mil 500 usuarios de drogas, 58 por ciento de ellos a través de medios virtuales.

La doctora Fernández resaltó que se han habilitado líneas de atención telefónica en las 120 unidades operativas del país para auxiliar a la población y en apoyo a la Línea de la Vida; hasta el mes de agosto se han recibido más de 17 mil llamadas. Asimismo, se ha instaurado el servicio de atención a través de WhatsApp, a través del cual especialistas en salud mental atienden las solicitudes de la población, que sobre todo provienen de mujeres y su principal problemática deriva del estrés, la ansiedad, la depresión, la violencia familiar y el consumo de drogas.

Agregó que CIJ implementa el Programa de Prevención para el Desarrollo de Competencias Socioemocionales, dirigido a niños, niñas y adolescentes; además, se orienta a los padres de familia y maestros que intervienen en su desarrollo acerca del manejo de emociones, el autocontrol, la generación de relaciones positivas, la toma de decisiones informadas y revalorar las experiencias y logros personales. Asimismo, destacó que se imparten diversos cursos y diplomados en el Aula Virtual de CIJ, dirigidos a profesionales de la salud; hasta agosto se han registrado 20 mil solicitudes de inscripción.

Finalmente, consideró que pese a las adversidades que ha traído la pandemia, se deben buscar las áreas de oportunidad y crecimiento; por ejemplo, con el alcance del internet se puede estar presente en momentos y lugares que en otras circunstancias sería difícil por los tiempos de traslado y la ubicación geográfica; asimismo, muchas instituciones y empresas han acercado a la población capacitación, oferta académica y opciones de recreación gratuita, a fin de aligerar el confinamiento y con ello aprovechar este tiempo en casa para mejorar la convivencia familiar.

El encuentro virtual fue moderado por la licenciada María Zulema Arvayo Ortiz, directora del CIJ Mexicali.