El herpes simple es una infección causada por un virus con el mismo y se da en dos tipos: el tipo 1 asociado mayoritariamente a lesiones faciales y bucales y el tipo 2 vinculado, principalmente, a lesiones genitales, aunque los especialistas del sector salud explican que la diferenciación no es estricta.

La infección por virus de herpes simple tipo 1 es más frecuente en sitios donde habitan muchas personas, con condiciones precarias de higiene mientras que el virus de herpes simple tipo 2 depende de la actividad sexual.

Cuando hay un contagio, generalmente, se presentan síntomas como llagas (aftas) alrededor de la boca y los orificios nasales o en el área de los genitales.

El herpes no tiene cura, una vez que una persona se infecta, el virus permanece en el cuerpo. Se trata de virus que viven en las células nerviosas, por lo general, debajo de la piel y se mantienen latentes o inactivos por mucho tiempo.

Sin embargo, no se conoce con claridad qué provoca su activación por lo que los especialistas recomiendan tomar algunas precauciones de higiene personal como el no compartir rastrillos, toallas o cepillos de dientes.

Dado que no tiene cura, el tratamiento más adecuado para este padecimiento consiste en la administración de antivirales que no eliminan el virus, pero impiden su replicación.

Recuerda que si sospechas de padecer herpes simple, acude a tu médico.

Fuentes:

http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/virologia/herpes.html

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/herpessimplex.html

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