Su presencia mantiene sana la piel, el pelo, las uñas y previene la anemia. La ingesta adecuada de ácido fólico antes y durante el embarazo ayuda a prevenir ciertas anomalías congénitas incluso, la espina bífida y la anencefalia.

La espina bífida es un problema de la columna vertebral en la cual los nervios que controlan los movimientos de las piernas y otros órganos no funcionan. Los niños con espina bífida tienen discapacidades de por vida. La anencefalia es cuando no se desarrolla una gran parte del cerebro o nada de él. Los bebés con este problema mueren antes o poco después del parto.

Por ello, es importante que todas las mujeres en edad fértil ingieran ácido fólico todos los días, cubriendo el requerimiento de 400 microgramos/día.

El ácido fólico se encuentra en forma natural en alimentos como hortalizas de hojas verdes espinacas, coles, lechugas, espárragos y oscuras; legumbres, lentejas, habas, soja; en frutas, melón, plátanos, naranjas y aguacate y jugo de cítricos, así como en el hígado de ternera y pollo.

Muchos alimentos se encuentran fortificados con ácido fólico: panes, cereales, harinas, harinas de maíz, pastas, arroz y algunos otros productos de granos.

Sin embargo, la manera más fácil de consumir suficiente ácido fólico es a través de la ingesta de suplementos vitamínicos, con indicación médica.

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