Si bien las instituciones bancarias tienen la responsabilidad de estar a la vanguardia en temas de ciberseguridad, tú como titular de una tarjeta de crédito o débito eres responsable de su uso, cuidado y conservación.

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), al segundo trimestre del 2020, los fraudes cibernéticos crecieron 3% respecto de 2019 y representan cada año una mayor proporción.

Algunas medidas de seguridad

Para evitar ser víctima de robo de identidad o fraude:

  • Consulta tu estado de cuenta y verifica que no haya cargos indebidos.
  • Al realizar compras por Internet verifica que el sitio cuente con el protocolo de seguridad https:// y un candado cerrado en la barra de direcciones.
  • Cambia la contraseña de tu tarjeta periódicamente (al menos dos veces al año).
  • El token –dispositivo de seguridad que te protege de las transacciones que realices– genera claves dinámicas que cambian constantemente y ayudan a proteger el acceso vía Internet de tu cuenta bancaria, guárdalo en un lugar seguro o activa el token en tu móvil.
  • El NIP es exclusivo para operaciones en cajeros automáticos o disposiciones en ventanilla en algunos bancos, jamás lo proporciones a ninguna persona, memorízalo y cámbialo por lo menos una vez cada seis meses.
  • El CVV son los números que aparecen al reverso de tu tarjeta. Protégelo, este código se utiliza como método de seguridad en transacciones digitales o telefónicas.
  • Antes de introducir tu tarjeta en el cajero automático, verifica que este no tenga aditamentos extraños.
  • Para acceder al sitio web de tu banco teclea la dirección directamente en el navegador. Descarga la aplicación en sitios oficiales o directamente en el portal de tu banco.
  • Si utilizas una red wifi gratuita, asegúrate de mantener tus dispositivos actualizados y contar con antivirus y antiespía.
  • Evita almacenar información financiera (usuarios, contraseñas, NIP, estados de cuenta, entre otros) en tu computadora personal.
  • Destruye cualquier documentación que contenga datos personales antes de tirarla.
  • Revisa tu historial crediticio en el Buró de Crédito por lo menos una vez al año y pide una aclaración si detectas créditos no solicitados.
  • Los fraudes pueden ocurrir también vía telefónica, por mensajes de texto (SMS), correos electrónicos y enlaces, mensajes pregrabados (vishing) y mensajes de texto (smishing). El banco no te contactará a través de correo, SMS o llamadas para solicitar datos confidenciales como: acceso, contraseña, token, NIP o CVV.

Mucho ojo Cuidado con el:

Spam (correo basura):

Es un mensaje enviado a varios destinatarios con fines publicitarios o comerciales para invitarte a visitar una página o descargar algún archivo que podría ser un virus para el robo de información de tu dispositivo.

Phishing (suplantación de identidad):

Por medio de un mensaje se hacen pasar por una institución financiera para intentar ingresar a tus datos y obtener información como: números de tus tarjetas de crédito, claves, datos de cuentas bancarias, contraseñas, entre otros datos.

Pharming:

Consiste en redirigirte a una página de Internet falsa mediante ventanas emergentes para robar tu información.

Ante cualquier problema, acércate a tu entidad financiera o, en su caso, llama al Centro de Atención Telefónica (CAT) de la Condusef 55 53400 999 o envía un correo a asesoria@condusef.gob.mx.