El cerebro es el órgano más importante de nuestro sistema nervioso central.

El cerebro representa el 2% del peso corporal, está conformado por un 73% de agua, consume un 20% de la energía y oxígeno que consume el organismo, en una partícula casi microscópica se pueden localizar alrededor de 100 mil neuronas, entre otras características importantes.

El cerebro controla las actividades cognitivas (pensar, abstraer, leer) y reacciones del organismo (acciones y funciones corporales en respuesta a estímulos sensoriales).

Es por ello que la Federación Mundial de Neurología (WFN por sus siglas en inglés) proclamó el Día Mundial del Cerebro, para crear conciencia sobre su potencial, riesgos y enfermedades.

Con el lema “Detener la esclerosis múltiple”, la Federación Mundial de Neurología lanza una campaña en el Día Mundial del Cerebro, 22 de julio. Entidades de todo el mundo se unen en las redes sociales para concienciar sobre las enfermedades neurológicas que afectan a millones de personas.

En las últimas décadas se han logrado avances importantes en relación la investigación y tratamiento de las enfermedades neurológicas, pero todavía queda mucho por hacer, especialmente en aquellas que provocan discapacidad y depresión.

Las principales enfermedades que afectan el cerebro son los ataques cerebro-vasculares, las enfermedades neurodegenerativas - como el Parkinson o el Alzheimer- la epilepsia, la migraña y la esclerosis múltiple. Las enfermedades neuromusculares ocasionan, asimismo, gran carga de discapacidad.

Mantener sano el cerebro implica no sólo prevenir la aparición de estas enfermedades, sino generar bienestar, calidad de vida y prepararnos para un envejecimiento saludable.

Toma nota de estas recomendaciones para mantener un cerebro sano:

  • La alimentación saludable es fundamental, con una dieta rica en frutas, verduras, vegetales y pescados, evitando exceso de sal y grasas.
  • Mantenerse activo desde el punto de vista cognitivo, mediante juegos de memoria, rompecabezas, elaboración de pasatiempos (crucigramas, sopa de letras, Sudoku). Aprender otro idioma, leer, escribir, etc.
  • Hacer ejercicios o alguna actividad física regularmente. Evitar el sedentarismo, moverse y ejercitarse de acuerdo a las capacidades de cada quien.
  • Controlar los factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, azúcar en la sangre, evitar el consumo de alcohol y tabaco.
  • Controlar el estrés, la ansiedad y la depresión. En general, cuidar el bienestar emocional.
  • Mantener la interacción social, estrechando vínculos con la familia, amigos y entorno laboral, así como participar en actividades de esparcimiento como eventos sociales, recreativos y deportivos, lo que ayudará a mantener un desarrollo psicológico saludable.

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