El hogar sigue siendo el lugar más peligroso para las mujeres, resultado de la desigualdad y los estereotipos de género. El confinamiento y el aislamiento por la crisis que trajo el COVID-19 pueden disparar aún más los niveles de violencia dentro de los hogares y profundizar la brecha de la desigualdad entre hombres y mujeres, al experimentar muchas emociones frente a la incertidumbre, la inestabilidad laboral y económica.
La Guía para ayudarnos a crear espacios colaborativos en nuestra vida diaria y durante esta cuarentena por el COVID-19 es una invitación a los hombres para que contribuyan a crear ambientes libres de violencia.