El Fondo para el Bienestar y el Avance de las Mujeres (Fobam) 2023, convoca a las Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas (IMEF), para presentar proyectos que contribuyan a la erradicación del embarazo infantil y la disminución del embarazo en adolescentes, así como al impulso de estrategias para vincular la acción colectiva de las mujeres con la construcción de la paz, todo ello, con perspectiva de género y enfoques de interculturalidad, interseccionalidad y derechos humanos.
Las Bases de Participación de la Convocatoria del Fondo para el Bienestar y el Avance de las Mujeres (Fobam) 2023, contemplan dos ejes temáticos prioritarios para el avance de los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas en México:
- Erradicación del embarazo infantil y disminución del embarazo en adolescentes, y
- Construcción de entornos seguros y de paz para las mujeres, niñas y adolescentes.
El embarazo adolescente e infantil genera grandes retos en la vida de las niñas, adolescentes y mujeres, así como constituye un obstáculo para el acceso a sus derechos sociales y económicos. De acuerdo con un estudio del UNFPA, el 67.4% de las mujeres que fueron madres en su adolescencia nunca han cotizado a un sistema de seguridad social, en comparación con el 56.8% de las mujeres que fueron madres en edad adulta[1]. Asimismo, el embarazo adolescente, así como la falta de servicios de apoyo, lleva a la deserción y abandono escolar, ya que solo el 6.68% de las mujeres que fueron madres en la adolescencia alcanzan estudios terciarios o de posgrado, en contraste con el 22.18% de las mujeres que fueron madres en edad adulta[2].
El abandono escolar limita las oportunidades laborales y afecta los futuros sueldos de las niñas y adolescentes, y se estima que las mujeres que fueron embarazadas en la adolescencia ganan aproximadamente dos tercios de lo que ganan las mujeres que fueron madres en la adultez. En cuanto a la salud, cada año se pierden en México 6,529 años de vida potencial por muertes relacionadas con el embarazo y el parto en adolescentes[3]. Finalmente, el embarazo y parto adolescente representa una pérdida para el estado, ya que cuesta a los servicios públicos de salud cerca de 6 mil millones de pesos mexicanos por año, y reduce la recaudación fiscal por un poco más de 11 mil millones de pesos debido a la disminución de empleos que ocasiona[4].
Este fenómeno está directamente relacionado con las desigualdades estructurales que resultan en la falta de garantía de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y adolescentes, como la educación integral en sexualidad y el acceso a los servicios de salud. En 2021, solo el 37.6% de niñas, niños y adolescentes afirmaron conocer que el condón masculino se usa para prevenir embarazos e ITS[5], y en 2018, el 27.6% de las niñas y adolescentes entre 15 y 19 años, que son sexualmente activas tenían necesidades anticonceptivas insatisfechas[6]. En 2020, se estimaba que la contingencia sanitaria del COVID-19 aumentaría las necesidades anticonceptivas insatisfechas de esta población de un 20 a 30%, debido a las alteraciones que generó en la provisión y accesibilidad de los servicios de salud[7].
Ante este contexto, la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea) en su segunda fase, aborda la problemática del embarazo adolescente a través de la coordinación interinstitucional, y por medio de cuatro objetivos específicos:
- Promover el desarrollo humano y las oportunidades de las adolescencias,
- Crear un entorno que favorezca la toma de decisiones libres y acertadas sobre sus proyectos de vida y el ejercicio de su sexualidad,
- Incrementar la oferta y la calidad de la información y los servicios de salud sexual y reproductiva, y
- Brindar educación integral en sexualidad (EIS) en todos los niveles educativos
La ENAPEA complementa estos objetivos con 4 componentes prioritarios:
- Educación integral en sexualidad y psicosocial
- Marco normativo, cultural y estructural
- Servicios de salud amigables
- Identificación y atención oportuna e integral de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.
Para apoyar las iniciativas enmarcadas en la Enapea, así como dar seguimiento a la acción puntual 3.5.1 del Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres (PROIGUALDAD) 2020-2024 “Realizar acciones para fortalecer la implementación, seguimiento y evaluación de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente (ENAPEA),” se considera imprescindible dirigir las metas del Fobam a la realización de actividades que contribuyan a la prevención del embarazo adolescente y erradicación del embarazo infantil, en articulación con los objetivos y prioridades de la Estrategia Nacional.
En relación con el eje temático Construcción de entornos seguros y de paz para las mujeres, niñas y adolescentes, actualmente es posible reconocer que la violencia contra las mujeres no sólo se manifiesta en el ámbito de lo privado, sino también en el público; por ejemplo, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021 señala que el 45.6 por ciento de las mujeres ha experimentado violencia en el ámbito comunitario.
Dada la manifestación comunitaria de la violencia y su comportamiento territorial, las estrategias de prevención focalizadas plantean la posibilidad de mejorar las condiciones de seguridad para las mujeres, impulsando la participación de la ciudadanía en acciones que promuevan la reconstrucción del tejido social y la toma de decisiones desde una perspectiva de igualdad con una visión de construcción de paz.
Bajo este contexto, durante el año 2019 el Inmujeres en coordinación con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) impulsó la estrategia Redes de Mujeres Constructoras de Paz (Redes Mucpaz), con el fin de promover un involucramiento activo de las mujeres en procesos de reconstrucción del tejido social a nivel local y comunitario desde una perspectiva de construcción de paz y prevención de la violencia.
Las Redes Mucpaz son grupos de trabajo conformados por mujeres, en los que se están llevando a cabo acciones que contribuyen a identificar factores de riesgo, fomentar la igualdad entre mujeres y hombres, crear entornos libres de violencia y promover una cultura de paz. Asimismo, realizan procesos organizativos y formativos en temas como la importancia del uso del espacio público, agenda económica y empoderamiento de las mujeres, formas colectivas de los cuidados y su redistribución; así como prevención de la violencia.
Asimismo, esta estrategia impulsa los liderazgos de las mujeres y acompaña sus procesos organizativos, para potenciar su capacidad de incidencia en los gobiernos locales, desde una perspectiva de género con un enfoque situado, de interseccionalidad, de derechos de las mujeres y con pertinencia cultural.
Es así que, el propósito de implementar la estrategia Redes Mucpaz, a través del Fobam consiste en dotar a la estrategia de recursos que permitan su continuidad y el establecimiento de objetivos a mediano y largo plazo; a través del fortalecimiento de las IMEF para que promuevan procesos de construcción de paz y reconstrucción del tejido social a nivel comunitario mediante la ampliación, fortalecimiento y consolidación de las Redes.
Por lo anterior, el Inmujeres emite las Bases de Participación de la Convocatoria del Fondo para el Bienestar y el Avance de las Mujeres (Fobam) 2023.
[1] Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). 2020. Consecuencias Socioeconómicas del Embarazo en Adolescentes en México. Ciudad de México: UNFPA,
[2] Ibid.
[3] Ibid.
[4] Ibid.
[5] Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). 2021. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición - Continua 2021.
[6] Consejo Nacional de Población (CONAPO). 2018. Necesidad Insatisfecha de métodos anticonceptivos (NIA) (estimaciones con base en los datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2018).
[7] CONAPO y UNFPA. 2020. Estimaciones del Impacto de la Pandemia de la COVID-19 en la salud sexual y reproductiva en México. Ciudad de México: CONAPO.