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Nace el 29 de septiembre de 1901, en Roma, Italia.

Se interesó por primera vez en la física a la edad de 14 años, después de leer un viejo libro de física en latín. Tenía una excelente historia académica y era capaz de recitar, de memoria, la Divina Comedia de Dante y múltiples textos de Aristóteles.

Ha pasado a la historia por ser el primero en realizar una fisión nuclear autosostenida y por haber ideado el primer método matemático capaz de describir el comportamiento de ciertos tipos de partículas subatómicas.

Enrico Fermi se doctoró en Física en la Escuela Superior Normal de Pisa en 1922 y con sólo 26 años comenzó a trabajar como profesor en la Universidad de Roma “La Sapienza”. Allí, su infalibilidad para predecir los resultados de los experimentos se convirtió en algo tan característico, que sus compañeros comenzaron a llamarlo “el Papa de la Física”.

Fue prolífico tanto en el campo teórico como experimental, lo que era una excepción en su época. Está considerado como el último físico que realizó grandes aportaciones a ambas ramas. Comenzó dedicando su carrera a la parte teórica: hizo importantes contribuciones a la teoría cuántica, la física de partículas y la mecánica estadística.

A partir de 1934 se centró más en la parte experimental y siguiendo la estela de las investigaciones de Irène Curie —la hija de Marie Curie y también premio Nobel— comenzó a estudiar la radiactividad artificial bombardeando elementos con neutrones.

El físico Enrico Fermi logró realizar la fisión en 1934, pero la reacción no se reconoció como tal hasta 1939, cuando los científicos alemanes Otto Hahn y Fritz Strassmann anunciaron que habían fisionado núcleos de uranio bombardeándolos con neutrones.

Estas investigaciones le valieron el Premio Nobel de Física en 1938, por haber demostrado “la existencia de nuevos elementos radiactivos producidos por procesos de irradiación con neutrones” y por haber descubierto la radiación inducida, debida a neutrones lentos. Era el primer paso para desbloquear los secretos de la fisión nuclear.

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Imagen: Storie Scientifiche

En 1939, debido a la situación política en Italia, decidió emigrar a Estados Unidos, donde fue profesor de Física en la prestigiosa Universidad de Columbia (Nueva York). Es allí donde recibió la noticia del descubrimiento de la fisión del uranio por parte de Otto Hahn y Friedrich Strassman. A partir de allí lo comenzó a estudiar a profundidad, porque vio la posibilidad de lograr la emisión de neutrones secundarios y dar lugar así a una reacción en cadena.

Rodeado de su nuevo equipo formado por más de 40 científicos, consiguió fabricar el primer reactor nuclear, llamado “Chicago Pile-1", con el que el 2 de diciembre de 1942, en un laboratorio de la Universidad de Chicago, logró producir la primera reacción nuclear en cadena, sujeta al control de quien la desencadenaba.

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En plena guerra mundial, se convirtió en uno de los miembros del amplio equipo de científicos que, bajo la dirección de Oppenheimer, desarrolló el denominado proyecto Manhattan. Sin embargo él vislumbraba, como propósitos de uso de la fisión nuclear, la producción de electricidad y las aplicaciones médicas.

Para 1946, ya concluida la Segunda Guerra mundial, se incorporó como profesor en la Universidad de Chicago, en cuyo Instituto de Estudios Nucleares continuó trabajando exhaustivamente hasta su fallecimiento, por cáncer, el 28 de noviembre de 1954, en Chicago.

Los hallazgos de Fermi han servido para lograr avances de enorme importancia para la sociedad. Un ejemplo de ello es el uso de isótopos radiactivos en medicina, que permiten diagnosticar y tratar diversas enfermedades.

En este tema podemos mencionar que en el ININ se encuentra el Laboratorio Nacional de Investigación y Desarrollo de Radiofármacos (Lanider), cuyo objetivo es generar conocimiento científico y con ello tecnología radiofarmacéutica propia, que sea transferible a su planta de producción de radiofármacos para satisfacer las necesidades del sector salud, a través del suministro de radiofármacos para uso en medicina nuclear.

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El Lanider proporciona a la población mexicana alternativas diagnósticas y terapéuticas contra el cáncer y otras enfermedades. Actualmente, se distribuyen productos a más de cien diferentes Centros de Medicina Nuclear de México y Centroamérica, que permiten realizar alrededor de 350 mil estudios anuales.

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Los radiofármacos desarrollados en el Lanider se comercializan al sector salud, tanto privado como público utilizando la experiencia de más de 30 años en la comercialización de estos productos.

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Honrando su memoria, no solo se denominaron las partículas fermiones con su nombre, sino que el elemento químico número 100 de la tabla periódica lleva su nombre, fermio.

 “Sea lo que sea, lo que la naturaleza tiene reservado para la humanidad, por desagradable que pueda ser, los hombres deben aceptar, que la ignorancia nunca es mejor que el conocimiento.” Enrico Fermi

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Con investigación y redacción de: Claudio Fernández Ortega y Elizabeth López Barragán, del Centro de Documentación y Divulgación Científica del ININ.

Obras consultadas:

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/2089/Enrico%20Fermi

http://www.inin.gob.mx/temasdeinteres/fisionnuclear.cfm

https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/matematicas/enrico-fermi-el-arquitecto-de-la-era-nuclear/

https://rinconeducativo.org/es/recursos-educativos/enrico-fermi/

https://rinconeducativo.org/es/recursos-educativos/enrico-fermi/

https://medicoplus.com/biografias/enrico-fermi

https://www.inin.gob.mx/sitios/index.cfm?codigo_opc=200000000&cve_area=PPR