La pérdida progresiva de una cultura responsable para el uso de los recursos naturales, acelerada por una carencia de fundamentos, tecnología y principios sustentables en la producción, así como por una presión creciente de la competencia de precios y regulaciones desleales de los mercados internacionales, hizo que el aprovechamiento maderable de los bosques perdiera su rentabilidad, que se tornara irresponsable, displicente, extractivista, ilegal, y que dinamizará el reemplazo de los bosques por infraestructura civil, de vivienda e industrial, por huertas de aguacate y por otros cultivos destructores de hábitats naturales, del suelo, agua y del tejido social rural. Además de la desertificación, de la pérdida de tierras productivas y de numerosas especies de plantas y árboles, junto con sus productos alimenticios, medicinales, forrajeros, apícolas, industriales, de construcción y ornamentales, los impactos mayores comprenden el desecamiento de manantiales, de pozos, ríos y arroyos, el asolvamiento de presas y embalses, la desaparición de fauna silvestre, el incremento de plagas y sus daños, y el fracaso de la autosuficiencia en la producción agroindustrial y agroalimentaria. 

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrolla tecnologías para recuperar el uso responsable, la productividad, la rentabilidad y la importancia en general, del aprovechamiento de los bosques. 

De las soluciones en desarrollo actual destaca como alternativa de mayor factibilidad, la producción sustentable de resina, fundamentada técnicamente, reordenada, intensiva, sustentada en pinos de alta calidad genética y fisiológica, respaldada adecuadamente por una normatividad e instrumentos jurídicos, económicos y técnicos apropiados. 

Por lo que se avanza gradual pero significativamente en la identificación, generación y evaluación de fuentes de germoplasma de alta calidad genética (ganancia; rendimiento del 20 por ciento), en el desarrollo de tecnología de multiplicación sexual de planta portainjerto (por semilla; reducción del 40 por ciento de costo de planta) y de la tecnología de producción de planta finalizada en vivero de alta calidad fisiológica (con crecimiento vigoroso, lignificación, follaje y sistema radical adecuados; reducción del 35 por ciento de mortandad de planta). 

Se avanza también en el mejoramiento de técnicas de injertado para clonación de individuos altamente rendidores en resina (mejoras en fecha, fenología, tamaño, calidad, parentesco y método de injertado; incremento en 30 por ciento del prendimiento de injertos), en la determinación de las mejores densidades de plantación (600, 800 y mil 100 individuos cosechables por hectárea; incremento del rendimiento por hectárea hasta en seis-diez veces), en técnicas de establecimiento en campo (fecha, preparación del terreno, nutrición al trasplante; reducción del 25 por ciento de mortandad en campo), así como en técnicas silvícolas que garanticen buen crecimiento, condición sana, y los mejores rendimientos aún en edades tempranas de aprovechamiento (poda, cajeteo, nutrición, desmalezado; incremento en 20 por ciento del rendimiento por hectárea). 

De manera complementaria, se evalúan nuevos métodos de extracción de resina y se preparan recomendaciones de mejora en normatividad y políticas públicas que permitan aprovechar las nuevas ventajas tecnológicas en desarrollo.