En todos los proyectos que se desarrollan al momento de emprender uno de los puntos clave al momento de posicionar la marca es la innovación del mismo, pero ¿A qué nos referimos con innovación? Sin importar hacia qué esté orientada trata de resolver problemas viejos de una forma nueva. Es decir diseñar nuevas formas de solucionar problemas.

Pero al momento de implementarlos en una empresa de economía social dicha innovación debe cumplir los mismos preceptos de esta perspectiva. Debe estar enfocada en las personas y en el valor de su trabajo, donde todos son iguales y preservando el ambiente mediante soluciones sustentables.

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La innovación debe solucionar problemas ya existentes. Así lo primero que debemos hacer en cualquier proyecto es encontrar los problemas y una vez localizado definir cómo el proyecto a realizar lo puede solucionar, de una forma diferente y, sobre todo, novedosa.

Pondremos como ejemplo a productores de miel, que teniendo una gran capacidad de producción no siempre tienen la misma capacidad de comercialización. Es decir el problema es cómo vender la miel que producen, ya que en el mercado tradicional es difícil competir entre tantos productores.

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Después de intentar por diversos medios algunos productores decidieron empaquetarla en porciones individuales y comercializarla en cafeterías donde los clientes puedan elegir endulzar su café, tal como lo harían con un sobrecito de azúcar, pero con esta miel completamente orgánica y de productores nacionales.

Esta solución no surgió de la noche a la mañana y seguramente tuvo diferentes pruebas y errores antes de llegar a la solución final. Es decir innovar no es solo tener una idea y llevarla a cabo. Lo primero que se necesita es entender a fondo las necesidades de las personas observando cómo funciona cada parte del proceso.

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Una vez definido el problema y en qué parte del proceso se encuentra, entonces llegamos a la parte de las ideas, ahí es donde se crean los conceptos innovadores y después los prototipos de los mismos, que  se llevarán después a prueba en el campo, es decir toda solución deben de enfrentarse al problema real. Esto para poder medir resultados y definir ajustes.

La aplicación de todos estos pasos en los proyectos de economía social, están obligados a seguir los preceptos de la misma. Es decir los socios, y en especial los usuarios o destinatarios del proyecto, formarán parte en todo momento del proceso de creación de soluciones. Tomando en cuenta las necesidades de los usuarios, de la comunidad y la preservación del medio ambiente.

 

 

Fuentes:

 

Crear o Morir - Andrés Oppenheimer

Inovación y Estrategia - Iliana Guzmán

La miopía del Marketing - Theodore Levitt

Pensamiento de diseño - Diego Carbonell