El continuo incremento de construcción de obra civil en nuestro país demanda cada vez una mayor cantidad de agregados que provienen de cauces de ríos o bancos de materiales. Esto ha traído como consecuencia una degradación cada vez más importante al medio ambiente por las grandes áreas de explotación que se tienen en la actualidad. Es común ver en varias zonas del país grandes cortes en las formaciones rocosas de donde se extraen o extrajeron cantidades impresionantes de materiales. Estos cortes no sólo se observan en la roca sino también en las áreas donde se encuentran suelos con propiedades adecuadas para la construcción.

Por otro lado, es frecuente que las estructuras en las que se utilizaron los agregados o materiales antes mencionados se demuelan cuando han cumplido con su vida útil o simplemente cuando se requiere construir algo más moderno. De estas demoliciones se generan billones de toneladas de “residuos de construcción”. Países de la Unión Europea como Dinamarca, Suecia, Finlandia, Bélgica, etc., reutilizan un porcentaje importante de sus residuos, sin embargo, en países como México no se tiene esta cultura, por la escasez de investigación sobre el tema. Es entendible entonces que los constructores se muestren escépticos cuando se les propone utilizar materiales reciclados como materia prima de construcción, puesto que es desconocido su comportamiento tanto en campo como en laboratorio.

El objetivo de este artículo es mostrar los resultados de una investigación en la cual se estudiaron las propiedades de un agregado de base de concreto reciclado. Además, se obtuvieron las propiedades de un agregado de base tradicional con granulometría similar de tal manera que se pudieran comparar sus propiedades y mostrar que los agregados de concreto reciclado pueden ser una opción adecuada como material de construcción en las carreteras.

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