Janet trajo consigo un tumor con un peso de 6 kilógramos y 40 centímetros de diámetro por casi un año. Durante ese lapso jamás sintió molestia ni dolor alguno, pese a que su abdomen adquiría la proporción de un embarazo. A sus 36 años no le dio importancia a su estado físico, ya que pensaba que era parte de su robustez pues siempre ha sido “gordita”.

Al ser más evidente el crecimiento de su abdomen, su familia preocupada le preguntaba de manera pertinente “si estaba embarazada, o que cuándo se iba aliviar”, a lo que respondía que no estaba encinta; sin embargo, al notar que su ombligo comenzó a saltarse se alarmó y fue cuando acudió a su clínica para una revisión y ante exploración de rutina fue enviada al Hospital General de Zona 53, en Los Reyes, Estado de México, para que le hicieran los estudios clínicos necesarios.

Los médicos ginecólogos obstetras, adscritos al HGZ 53 del IMSS, responsables de la cirugía de Janet, comentan que la paciente acudió al nosocomio por una supuesta hernia umbilical, “aparentemente ignoraba que tuviera la tumoración, ella asociaba el crecimiento de su abdomen al sobrepeso, ya que no tenía ninguna sintomatología ni hemorragia. Ni siquiera tuvo anemia, que es lo común por la que acuden las pacientes a consulta”.

La derechohabiente agradeció a los cirujanos tratantes: “A mi esposo le comunicaron que era una operación de alto riesgo, que no me daban mucha esperanza de vida. Gracias a Dios todo salió bien. A los doctores les doy las gracias, también a las enfermeras. Aquí en el hospital han sido muy amables. Mi esposo y mis hijas estamos muy agradecidos con todos”.

 Las causas que provocaron el desarrollo de ese cuerpo extraño son genéticas, ya que existen personas con la predisposición de formar este tipo de tumores; las hormonas y los embarazos favorecen el crecimiento.

Un tumor de esas esas dimensiones hace un proceso quirúrgico bastante complejo y peligroso para la paciente, ya que son tumores que pueden involucrar algún órgano pélvico, algún órgano abdominal y puede salir una complicación más seria que la misma tumoración.