El inicio del movimiento armado, liderado por Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Mariano Abasolo, entre otros, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, fue el preámbulo de una lucha armada, que se prolongaría por un periodo de diez años, en pro de la independencia de la Nueva España de la corona española.

La insurgencia se impuso para las mayorías, como medio de alcanzar una trasformación política, pero fundamentalmente socio-económica. La emancipación de México, se diferenció de otros movimientos puramente políticos ocurridos en Hispanoamérica, por aspirar a una transformación transcendentalmente social.

Lo anterior se constata por la participación masiva campesina, que le imprimió al movimiento insurgente un carácter notablemente rural. Este elemento distintivo, hizo de nuestra Guerra de Independencia, la primera revolución social de los tiempos modernos.

La guerra de Independencia habría de vivir aún muchos episodios a lo largo de más de 10 años de lucha, durante los cuales, miles de compatriotas ofrendaron su vida por la causa insurgente.

Los primeros caudillos no vivirían para ver el sueño realizado, pero a ellos corresponde el mérito de haber encendido la llama que culminaría con un México independiente.

Fuente: SEDENA