Por Enrique Peña Nieto 

Este día, desde el Palacio Nacional,  hice del conocimiento de la sociedad mexicana mi Declaración Patrimonial, al igual que los integrantes de mi Gabinete.

Estoy decidido a impulsar la cultura de la transparencia en todos los niveles de gobierno. En el México plural y democrático del siglo XXI, no hay cabida ni para ineficiencias ni para actos de corrupción.

Por ello, desde la Transición, impulsé la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción. De aprobarse por el Constituyente permanente, podrán ser sujetos de investigación tanto los funcionarios como los particulares que pretendan beneficiarse de actos desleales.

El mensaje es firme y claro: no se van a permitir prácticas de corrupción, en ningún nivel de gobierno.

De igual manera, propuse una reforma constitucional para fortalecer las atribuciones del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos.

Celebro que ambas iniciativas de reforma constitucional, a favor de la transparencia y rendición de cuentas, sean también parte importante de los acuerdos y de la agenda inmediata del Pacto por México.

La voluntad y disposición de los dirigentes de los partidos políticos, de los coordinadores parlamentarios y legisladores, permitirán avanzar en esta materia fundamental para el país.

Nos corresponde reafirmar que la democracia es el mejor sistema para construir gobiernos transparentes, honestos y eficaces.