Las Zonas Económicas Especiales son lugares determinados geográficamente en los que se ofrece un marco especial de medidas que garantizan un entorno favorable para el desarrollo de negocios.

También dan certidumbre a inversiones nacionales e internacionales.

Es la primera vez que en México se plantea esta política de fomento productivo y se realiza con la intención de generar polos de desarrollo industrial en el sur sureste del país.

Las Zonas Económicas Especiales son una manera diferente para promover la productividad y que están caracterizadas por:

Beneficios fiscales directos a la inversión y el empleo.

– Régimen aduanero especial

– Facilidades para el comercio exterior

– Marco regulatorio que agilice la apertura de empresas.

– Infraestructura competitiva que asegure conectividad logística con diferentes puntos del país y mercados internacionales.

– Financiamientos especiales de la Banca de Desarrollo.

– Apoyos a la capacitación laboral y a la innovación tecnológica.

– Planeación urbana y desarrollo ordenado de viviendas en las áreas circundantes.

En el mundo, las Zonas Económicas Especiales han probado ser una medida efectiva en más de 3 mil 500 experiencias en países como Brasil, Corea del Sur o China.

Bajo este modelo, las Zonas Económicas Especiales en México tienen el objetivo de acelerar el proceso de abatir el rezago histórico en el sur de México