En México, según datos del INEGI, el 85% de las viviendas del país disponía de refrigeradores en 2015; después de las lámparas, son los equipos que más usan electricidad en el hogar y, además, son emblema de los trabajos de eficiencia energética en el mundo.

Aun cuando hubo una actualización en 2012, en la que se revisaron aspectos menores del método de prueba y del etiquetado (la etiqueta amarilla que acompaña a los equipos en los espacios de venta), los valores de eficiencia energética de la NOM-015-ENER no se habían modificado por más de 15 años.

Entre las modificaciones más relevantes, se agregaron 22 tipos de refrigeradores a los 20 incluidos en la norma (para identificar los equipos que cuentan con despachador de hielo automático y/o los empotrables en la pared) y se homologó el método de prueba con el del Departamento de Energía de los Estados Unidos (que es el mismo que se aplica en Canadá).

A su vez, en lo inmediato habrá una homologación parcial de los niveles de eficiencia energética con Estados Unidos y Canadá, ya que solo se iguala para equipos mayores o iguales a 550 litros (19 pies cúbicos), y se da un plazo de hasta tres años para incluir al universo completo de estos equipos.

Además, los nuevos aparatos serán más amigables con el medio ambiente, ya que en la elaboración del aislamiento de los mismos, se eliminó el uso de sustancias que afectan la capa de ozono.

Consulte aquí la NOM-015-ENER-2018