Además de mejorar las vidas de mujeres y niñas, la igualdad de género mejora las perspectivas de las familias, comunidades y naciones. La reducción de la desigualdad de género permite a más niñas y niños ir a la escuela, mejora la productividad agrícola y hace posible el aumento de los ingresos.

Ésta es una de las premisas fundamentales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, plan de acción mundial desarrollado por la Organización de las Naciones Unidas cuyos pilares son la erradicación de la pobreza y la reducción de las desigualdades. Para lograrlo, un aspecto fundamental es el empoderamiento económico de las mujeres, especialmente de las mujeres rurales.

Jornada de empoderamiento económico y financiero para las mujeres

Con esto en mente, la Conavim reunió a especialistas de la Secretaría de Economía y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través de los organismos que integran la Banca de Desarrollo: la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), el Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) y Nacional Financiera (Nafin).

El objetivo fue explicar los distintos mecanismos y programas de ahorro y crédito disponibles para personas físicas y emprendedoras que por su condición socioeconómica tienen acceso limitado a los servicios financieros.

Además de otorgar créditos y apoyos a personas que buscan desarrollar una actividad económica o arrancar un negocio, estas instituciones fomentan el ahorro y ofrecen diversos programas, productos y servicios de educación financiera e inclusión financiera, con perspectiva de género, permitiendo a miles de mujeres acceder a instrumentos y servicios financieros necesarios para su pleno desarrollo, en igualdad de condiciones.

Igualdad de género para lograr el desarrollo sostenible

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La Agenda 2030 es clara: no puede haber desarrollo sostenible sin igualdad de género.

El informe Hacer las promesas realidad: La igualdad de género en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, elaborado por ONU Mujeres, muestra que en varios países las mujeres y niñas experimentan múltiples formas de discriminación interrelacionadas entre ellas. A menudo se les deja atrás, de modo que quedan excluidas del progreso.

Datos del informe muestran cómo esto ocurre en México, donde las mujeres pobres, rurales e indígenas tienden a ser las más rezagadas en varias dimensiones relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Por mencionar solo algunos datos, en 2016 en México había 107 mujeres en pobreza extrema por cada 100 hombres. En 2015 en México, el porcentaje de mujeres de 6 años y más que no sabe leer y escribir fue de 6.7%, en comparación con 5.3% de hombres en ese mismo rango de edad. En México, en 2017, 24.6% de los hogares con jefatura femenina no disponían de agua dentro de la vivienda.

Estas cifras son solo un pequeño reflejo de las enormes barreras que enfrentan las mujeres, niñas y jóvenes rurales en México y la importancia de impulsar una estrategia nacional de empoderamiento de las mujeres rurales.

Para ello, se requiere del trabajo y participación del gobierno, sociedad civil, organizaciones internacionales y, por supuesto, la coordinación y colaboración de los gobiernos estatales y municipales.

La Jornada de empoderamiento económico y financiero para las mujeres organizada por la Conavim con la participación de la Secretaría de Economía y la SHCP busca ser el punto de partida para llevar la información sobre los servicios e instituciones financieras disponibles a más mujeres mexicanas en zonas rurales, a través de los Centros de Justicia para las Mujeres a lo largo de la República Mexicana.

La inclusión financiera y el acceso al crédito son medidas indispensables para el empoderamiento económico de las mujeres rurales. Para conocer más sobre las instituciones y servicios disponibles para esta población, descarga las presentaciones en este enlace.