Según resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2016), de las 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que residen en el país, se estima que 30.7 millones de ellas (66.1%) han padecido al menos un incidente de violencia emocional, económica, física, sexual o discriminación, en los espacios escolar, laboral comunitario, familiar o en su relación de pareja.

De acuerdo con este estudio, el ámbito donde más ocurre la violencia es en la pareja, donde un 43.9% de las mujeres ha sufrido violencia a lo largo de su actual o última relación (marital, unión libre, noviazgo).

En este contexto, resulta evidente la necesidad de diseñar e implementar acciones de prevención de la violencia contra las mujeres enfocadas a niños, hombres y adolescentes, así como la necesidad de trabajar con los hombres agresores, a fin de que tanto ellos, como ellas, aprendan a identificar los distintos tipos y manifestaciones de violencia que pueden ocurrir en una relación, logrando romper el círculo de la violencia y evitando que los niveles de violencia escalen.

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Una herramienta muy útil para el trabajo con los hombres agresores es el Modelo Conceptual y Operativo de Centros Especializados para la Erradicación de las Conductas Violentas (CECOVIM), el cual les ayuda a identificar conductas violentas, y otras que muchas personas no asumían como violentas.

El modelo CECOVIM busca que los hombres reconozcan los privilegios que les han sido asignados y las múltiples consecuencias negativas que tiene en sus vidas el ejercicio del poder y control sobre sus parejas.

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Para ello, incluye un amplio listado con distintos ejemplos de cada una de estas violencias, aunque la lista no es exhaustiva:

Violencia emocional o psicológica: hacer algo calculadamente o por omisión para dañar emocionalmente a mi pareja y sacarla de equilibrio

  • No escuchas las opiniones de ella y monopolizas la conversación
  • No tienes respeto por las cosas privadas de tu pareja
  • Prohíbes a tu pareja contactos sociales, por ejemplo, le impides hablar con ciertas amistades o con su familia
  • La amenazas con posturas agresivas
  • No dejas a tu compañera que maneje el dinero de la casa
  • Controlas el dinero de la familia
  • Quieres siempre tener la última palabra, si están platicando o discutiendo
  • Ignoras a tu pareja o te quedas en silencio
  • Ocultas información a tu pareja
  • Ocultas información acerca del dinero a tu pareja
  • Te quejas de todo
  • No le muestras cariño
  • Culpas otras cosas por lo que dijiste, por ejemplo, "sólo dije eso porque me hiciste enojar"

Violencia económica y patrimonial: controlo los recursos monetarios o bienes para poner en peligro la sobrevivencia de mi pareja o de algún miembro de la familia

  • No responsabilizarse de las necesidades materiales de las hijas/os, pensando que son las mujeres las que deben responsabilizarse de ello
  • Mantener en dependencia económica a la pareja, no dejándola que tenga un trabajo remunerado
  • Controlar los ingresos monetarios de la pareja
  • Dejar a las mujeres o pareja como responsables del mantenimiento del hogar y del cuidado de hijos/as y personas mayores

Violencia verbal: usar palabras o sonidos para invadir los espacios de mi pareja (cosificar, menospreciar o amenazar)

Cosificar

  • Criticar negativamente a tu pareja, por ejemplo: “eres muy estúpida”, “tonta”, “loca”, etc.
  • Insultar a tu pareja 
  • Usar palabras o figuras verbales que le molesten con el pretexto de consentirla, por ejemplo “gordita”, “negra”

Menospreciar

  • Infantilizarla, por ejemplo, tratarla como niña
  • Hablarle como si fuera inferior
  • La pones como menos, por ejemplo, “eres la peor madre que conozco”
  • Desecharla diciéndole: “eso es estúpido”
  • Reírte o mofarte de ella
  • Afirmar o creer que siempre tienes la razón, diciendo por ejemplo: “no es eso lo que hiciste, yo te vi”, o “no fue así”

Amenazar

  • Gritarle a tu pareja
  • Amenazarla con golpear algo, destruir algo, tener otra mujer, con quitarle a los hijos/as, con matarla

Violencia física

Contacto: invado su espacio personal teniendo contacto físico con mi pareja
Alrededor: invado su espacio personal al cometer violencia física alrededor de mi pareja

  • Aventar objetos cerca de ella
  • Prohibir su contacto social, “encerrarla”
  • Restringir sus movimientos, “sentarla a la fuerza”
  • Romper el teléfono o cosas de la casa
  • Apretar, aventar, empujar, etc. a tu pareja

Violencia sexual: todo acto sexual sin permiso de mi pareja que la daña. Se invaden todos los espacios; emocional, intelectual, físico, social y cultural

  • Obligas a tu pareja a actos sexuales en contra de su voluntad
  • La violas
  • No pones atención a sus necesidades, solo a las tuyas
  • Pones videos pornográficos cuando ella no quiere
  • Tocarla sexualmente en lugares en que ella se molesta, por ejemplo si están en el cine

Es importante señalar que las conductas descritas son sólo algunos ejemplos, Para mayor referencia, puedes consultar el documento original aquí (páginas 104 a 108). 

Si has experimentado algunas de estas actitudes, es importante que pidas ayuda y que sepas que todas ellas son formas de violencia que es necesario eliminar, pues no sólo pueden escalar a formas más extremas de violencia, sino que representan una amenaza para hombres, mujeres y sus familias.

De igual forma, es importante reconocer que la violencia psicológica suele estar normalizada e invisibilizada en la sociedad en que vivimos. Por ello es importante no minimizar este tipo de agresiones, ya que van desgastando la estima y confianza de las mujeres, anulando su identidad y capacidad de decisión, haciendo más difícil que salgan del círculo de la violencia.