Los ejemplos abundan: agresiones sexuales y acoso en los espacios públicos e internet; programas deportivos de televisión abierta (consumida por 80% de la población en México) que sexualizan a las mujeres reduciéndolas a objetos sexuales; la presencia cotidiana de estereotipos en canales, videos, medios digitales y campañas de publicidad lanzadas con motivo del Mundial que subestiman y representan a las mujeres como personas menos conocedoras, participativas e incluso menos interesadas en los deportes que sus contrapartes masculinas —a pesar de que la audiencia del Mundial está cerca de alcanzar la paridad en Latinoamérica—.

Éstas son solo algunas de las situaciones que han ocurrido durante la Copa Mundial de Fútbol 2018. Sucesos que representan un obstáculo para el ejercicio de los derechos de mujeres y niñas, al fomentar la violencia y los abusos en su contra. Aunque cada vez más hombres y mujeres alzan la voz en contra de estas expresiones, lo cierto es que aún falta mucho por hacer.

Es hora de entender que detrás de los chistes machistas, de las expresiones misóginas, de los tuits “jocosos” “sin ánimo de ofender” se esconde una cultura de normaliza la violencia y la discriminación contra las mujeres. Es hora de entender que nuestras acciones, pensamientos, palabras o las imágenes que compartimos influyen enormemente en las y los demás, que tienen consecuencias reales en el mundo en que vivimos mucho más allá del chiste, los “likes” o la risa fácil de nuestras “amistades” o seguidores/as.

Todas y todos tenemos la responsabilidad compartida que construir una sociedad que promueva la igualdad de género y el respeto de los derechos humanos, sin distinciones de género.

Desde Conavim tenemos el compromiso de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres; sin embargo, es fundamental la participación activa de la ciudadanía y de todos los sectores de la sociedad. Sólo así es posible reducir los preocupantes niveles de violencia contra las mujeres que se viven en México.

Juntos y juntas podemos impulsar una Copa Mundial de Fútbol libre de violencia: hombres, mujeres, aficiones, medios de comunicación podemos hacer que esta fiesta deportiva sea un evento para el disfrute de todas las audiencias, incluyendo a las niñas, niños y adolescentes.  

Esta Copa Mundial de Fútbol también es el momento perfecto para que más hombres comprometidos con la igualdad de género expresen masculinidades libres de violencia, como lo ha señalado ONU Mujeres. Masculinidades que no necesiten una demostración constante de acciones o actitudes destructivas para probar una falsa hombría.

En suma, hagamos de esta Copa Mundial de Fútbol un evento en donde todas las personas podamos celebrar en igualdad, donde hagamos historia no solo por el buen fútbol, sino por alzar la voz en contra del machismo y la violencia.

Por Celia Ramírez Zolezzi
Twitter: @celiazolezzi