Está comprobado que desde muy temprana edad, los roles y estereotipos de género influyen en gran medida en la forma en que nos comportamos y las decisiones que tomamos, incluyendo la carrera que decidimos estudiar.

Desde que somos niñas y niños, nos acostumbramos a reproducir comportamientos y pensamientos que nos encasillan a realizar ciertas actividades con base en nuestra biología e, incluso, juzgamos cuando otras personas se salen de esos patrones convencionales:

¿Una mamá que deja jugar a sus hijos con muñecas? “El niño seguro es gay”. ¿Una niña que prefiere jugar fútbol que ir a clases de ballet? “La están haciendo una marimacha”.

Rompiendo mitos de lo que es “para mujeres” y “para hombres”

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Así como desde la infancia podemos acostumbrar a las niñas a pensar que ellas son las responsables de cuidar a los bebés, o a los niños a ser las mentes maestras detrás de sus superhéroes favoritos, también podemos fomentar en ellas y ellos habilidades diversas y flexibles que les demuestren que son igualmente capaces e inteligentes, y que las responsabilidades del hogar son y deben ser compartidas.

Debemos dejar de pensar que es raro que un niño quiera jugar a la “cocinita”, o que no tenga ningún interés en los deportes, e impulsar que las niñas también se involucren en actividades científicas, que jueguen a los cochecitos o inspirarlas a que quieran disfrazarse de otra cosa que no sea una princesa.

Las ciencias y la tecnología no son para hombres

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El mundo está cambiando y, con éste, el mercado laboral. Los pensamientos del tipo: “ese trabajo no es para mujeres” o “esa carrera es para hombres” ya no son válidos y debemos eliminarnos por completo.

Las carreras y trabajos del presente y futuro se basan en la tecnología y una de las mejores formas de empoderar a las niñas y mujeres es justamente preparándolas desde pequeñas en estos ámbitos para que el día de mañana se sumen a la fuerza laboral y sean las próximas líderes de estas industrias.

Actualmente, de las 100 compañías de tecnología más importantes en el mundo, solamente seis tienen como directora general a una mujer. Y sólo 1 de cada 5 especialistas en tecnología son mujeres.

Bajo esa premisa es que surgió Código X, una iniciativa de la Coordinación de Estrategia Digital Nacional de la Oficina de la Presidencia de la República en colaboración con la industria de tecnología, academia y sociedad civil que tiene como objetivo consolidar esfuerzos para introducir de manera efectiva a niñas y mujeres a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

El principal objetivo de CódigoX es empoderar a niñas y mujeres brindándoles más herramientas para tomar decisiones a través de tecnologías habilitadoras, y así promover la inclusión e igualdad.

Si bien Código X realiza un gran evento al año en la Ciudad de México, de la mano de dependencias como la Conavim y del sector de las tecnologías, durante todo el año se encarga de impulsar y llevar talleres de alfabetización digital, robótica y programación, entre otras actividades, a toda la República Mexicana.

En suma. Es momento de impulsar a las niñas a volverse no solo consumidoras de contenidos, sino productoras de contenidos y de fomentar en ellas el interés de entrar a estas industrias que, históricamente, han sido dominadas por hombres.

Para más información puedes seguir las redes sociales de Código X o ingresar al sitio: https://www.gob.mx/codigox