En el marco del 26 de septiembre, Día Mundial de Prevención del Embarazo en Adolescentes, la tasa específica de fecundidad de adolescentes (TEFA) de México se redujo en 16.7 por ciento, al descender de 72.4 a 60.3 nacimientos (del 2015 al 2023) por cada mil adolescentes (de 15 a 19 años).

Esta reducción en la TFA implica que se evitaron aproximadamente 356 551[1] nacimientos en adolescentes de 15 a 19 años entre 2015 y 2023, es decir, casi 100 nacimientos diarios en el periodo.

La Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) 2021–2024[1] es una estrategia integral e intersectorial que incluye a los tres ámbitos de gobierno: federal, estatal y municipal. La Estrategia es coordinada desde la Secretaría General del Consejo Nacional de Población (SGCONAPO) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) funge como Secretaría Técnica.

El objetivo de la ENAPEA es instrumentar acciones integrales y articuladas, así como mecanismos de atención intersectoriales e intergubernamentales, que incidan en la prevención de los embarazos en la segunda década de la vida, a partir de cinco ejes rectores: perspectiva de género; perspectiva de curso de vida; perspectiva de niñez, adolescencias y juventudes; pertinencia cultural; y ciudadanía y derechos sexuales y reproductivos.

[1] https://www.gob.mx/conapo/documentos/segunda-fase-documento-marco-de-la-estrategia-nacional-para-la-prevencion-del-embarazo-en-adolescentes-2021-2024

El plan de monitoreo y seguimiento de la ENAPEA está a cargo del Grupo de Trabajo de Indicadores para el Monitoreo y Seguimiento (GTIMS) [1] cuyo objetivo es definir de manera colegiada, un conjunto mínimo de indicadores con sus respectivas metas y líneas base mediante el Sistema de Indicadores de Monitoreo y Seguimiento (SIMS).

El Grupo de Trabajo de Indicadores es coordinado por la SGCONAPO, y la Secretaría Técnica está a cargo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). El GTIMS también está integrado por el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida (CENSIDA); el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR); el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE); el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES); el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI); la Secretaría de Educación Pública (SEP); y la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SESIPINNA). Cabe señalar que, todas son proveedoras de indicadores para la conformación del SIMS, salvo el INPI, cuyo rol es la supervisión de la generación de la información con perspectiva intercultural. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) también proporcionan información al SIMS, a pesar de no ser integrantes del GTIMS.

[1] https://www.gob.mx/conapo/documentos/1-subgrupo-de-indicadores-para-el-monitoreo-y-seguimiento-de-la-estrategia-nacional-para-la-prevencion-del-embarazo-en-adolescentes-enapea-112660

Actualmente el SIMS consta de 49 indicadores alineados a cuatro componentes prioritarios para contribuir a la equidad y potenciar las capacidades de las niñas y adolescentes: educación inclusiva y educación integral en sexualidad; fortalecer el marco normativo, cultural y estructural; extender servicios de salud amigables; e identificar atender oportuna integral de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.

Actualmente se observan importantes avances en los indicadores de seguimiento y monitoreo de la ENAPEA:

Entre 2015 y 2023, la TEFA se redujo en 16.7 por ciento, al descender de 72.4 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años a 60.3 (Conciliación Demográfica de México 1950-2019 y Proyecciones de la Población 2020-2070).4

• En 2023, las entidades con las mayores TEFA son Chiapas (81.7 nacimientos por cada mil mujeres de 15 a 19 años), Tlaxcala (69.6) y Zacatecas (68.8); La menor TEFA se presenta en la Ciudad de México (47.1), Baja California (50.6) y Yucatán (51.2 nacimientos por cada mil mujeres de 15-19 años).

Primer componente: Educación inclusiva, integral, flexible y educación integral en sexualidad

Los datos reportados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) revelan que el reciente descenso de la fecundidad se ha acompañado de una reducción en el abandono escolar.

  • De 2015 a 2021, el porcentaje de adolescentes que suspendieron la educación media superior disminuyó de 15.5 a 11.6 por ciento. La deserción de estudiantes de secundaria descendió de 4.4 a 2.9 por ciento, mientras que el abandono en primaria se redujo de 0.74 a 0.48 por ciento.

 

Se fortalece la educación integral de la sexualidad de manera sustantiva en la Nueva Escuela Mexicana. En el marco de la reforma al tercero constitucional del 2019, en que se estableció que planes y programas de estudios tendrán una perspectiva de género y una orientación integral que incluye la educación sexual y reproductiva.

  • Se desarrollaron nuevos programas de estudios y libros de texto con un enfoque pedagógico inédito, se proponen acciones de incidencia en la comunidad con textos que promueven la solidaridad, el respeto al otro y la emancipación por medio del trabajo; una educación sexual con perspectiva de género transversal y por una vida libre de violencias. Se da a conocer a niñas, niños y adolescentes los derechos sexuales y reproductivos, la prevención del abuso sexual infantil (desde primer grado), la lucha contra el machismo y la corresponsabilidad masculina en la vida afectiva, sexual y reproductiva.

El uso de métodos anticonceptivos entre adolescentes sigue creciendo. Actualmente se promueve la doble protección: el uso de condón masculino y alguno de los métodos anticonceptivos hormonales, si es posible, alguno de los reversibles de acción prolongada (ARAP) como el DIU, el implante subdérmico y las inyecciones hormonales bimestrales y trimestrales.

  • En 2018, se estima que 76.1 por ciento de las adolescentes de 15 a 19 años sabían usar correctamente el condón y al menos un ARAP, proporción que incrementó con respecto a 2014 (73.6%). Las entidades con mayor conocimiento fueron la Ciudad de México (88.3%) y el Estado de México (86.0%); en tanto que las entidades con los menores porcentajes fueron Chiapas (47.5%) y Guerrero (65.9%).

 

Segundo componente: Marco normativo, cultural y estructural

Las uniones tempranas representan uno de los principales determinantes del embarazo en niñas y adolescentes.

  • La proporción de mujeres de 20 a 24 años que se casaron o unieron antes de cumplir los 18 años disminuyó de 21.4 por ciento a 20.7 por ciento entre 2014 y 2018.
  • Entre las mujeres hablantes de lengua indígena, la proporción de mujeres unidas antes de los 18 años se redujo de 35.4 a 31.2 por ciento.

Los matrimonios y uniones infantiles tempranos y forzados (MUITF) representan un desafío difícil de erradicar, toda vez que reproducen pautas patriarcales muy arraigadas en la historia y las tradiciones comunitarias; usos y costumbres más presentes en condiciones de pobreza extrema, desigualdades de género y violencia sexual; alcanzan a niñas y adolescentes que están excluidas de oportunidades, a quienes hace falta acceso a mayores niveles de escolaridad y conocimiento de sus derechos.  De ahí la importancia de la educación integral de la sexualidad desde los primeros grados en la Nueva Escuela Mexicana.

La razón de fecundidad en niñas de 10 a 14 años muestra un estancamiento (número de nacimientos ocurridos por cada mil mujeres de este grupo de edad). A partir de la reconstrucción de nacimientos con estadísticas vitales:

  • Se estima que entre 2015 y 2022 la razón de fecundidad en niñas de 10 a 14 años pasó de 1.63 a 1.69 nacimientos por cada mil niñas de 10 a 14 años.
  • En adolescentes de 12 a 14 años, la tasa de fecundidad pasó de 2.71 a 2.81 nacimientos por cada mil niñas de 12 a 14 años en el mismo periodo

 

Tercer componente: Servicios de salud amigables para adolescentes

Se registra un adelanto generacional en la edad a la primera relación sexual.

  • Se estima que, en México, la mitad de las mujeres de 35 a 49 años experimentaron su primera relación sexual antes de los 19.4 años, en tanto que las mujeres de 25 a 34 años lo experimentaron antes de los 18.7 años.
  • En 2021, 19.6 por ciento de las/os niñas/os y adolescentes de 12 a 19 años habían iniciado su vida sexual, proporción que se incrementó 12.2 por ciento con respecto a 2012 (estimaciones del INSP)
  • De acuerdo con datos de 2021, entre quienes habían iniciado su vida sexual, 80.1 por ciento usaron algún método anticonceptivo moderno[1] en esa primera relación sexual, proporción que se incrementó en comparación con 2012 (76.0).
  • En 2021, casi el 70 por ciento (69.5%) de las niñas, niños y adolescentes de 12 a 19 años habían usado un método anticonceptivo tanto en su primera relación sexual como en su última, es decir, reportaron un uso consistente de métodos anticonceptivos, cifra que resulta 4 puntos porcentuales mayor con respecto a 2012 (65.5%).
  • En 2021, del total de municipios en el país, 90.3 por ciento contaban con servicios amigables para adolescentes con atención a salud sexual y reproductiva. Cabe destacar que 19 entidades contaban con al menos un servicio amigable en el 100 por ciento de sus municipios, entre ellas: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco.
 

[1] Los métodos anticonceptivos modernos incluyen el condón masculino y femenino, DIU, implante subdérmico, pastilla de emergencia, inyecciones, óvulos, jaleas, espumas, pastillas y parches

 

Cuarto componente: Identificación temprana y atención oportuna integral de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes

La mayoría de los embarazos como consecuencia de violencia sexual ocurren en mujeres menores de 20 años.

  • Entre 2017 y 2022, la proporción de estos embarazos atendidos en la Secretaría de Salud aumentó de 70.3 a 87.2 por ciento, es decir, en este último año, 9 de cada 10 embarazos resultado de violencia sexual corresponden a niñas y adolescentes de 10 a 19 años.

Con respecto a las interrupciones voluntarias del embarazo (IVE, se refieren a embarazos producto de violación) realizadas en unidades médicas de la Secretaría de Salud a mujeres en edad fértil:

  • Durante 2022, casi 1 de cada 2 (45.1%) IVE correspondieron a niñas y adolescentes menores de 20 años.
  • Las IVE en mujeres menores de 20 años descendieron entre 2019 y 2022.[1] En 2019, 55.6 por ciento de las IVE correspondían a mujeres de 10 a 19 años, mientras que en 2022 representaban 45.1 por ciento. En este periodo, las IVE de mujeres de 15 a 19 años bajaron de 36.7 a 29.6 por ciento respecto al total. Por último, las IVE en mujeres de 10 a 14 años descendieron de 18.9 a 15.5 por ciento.
 

[1] Descenso de interrupciones voluntarias del embarazo en mujeres menores de 20 años como proporción del total de IVE en mujeres de todas las edades atendidas en unidades médicas de la Secretaría de Salud.

El Sistema de Indicadores de Monitoreo y Seguimiento (SIMS) contribuye a generar insumos en beneficio de la niñez, adolescencias y juventudes en México, lo que permitan fortalecer y diseñar políticas públicas que garanticen el pleno ejercicio de los derechos humanos, incluidos los derechos sexuales y reproductivos.

Para consultar los 49 indicadores contenidos en el Sistema de Indicadores de Monitoreo y Seguimiento (SIMS), véase: http://indicadores.conapo.gob.mx/ENAPEA.html

 

Bibliografía

CONAPO. (2022). Razón y tasa de fecundidad en niñas de 10 a 14 años 1990 a 2022, y características sociodemográficas de las menores y de los progenitores de 1990 a 2021, a nivel nacional y por entidad federativa. Obtenido de Datos abiertos: https://datos.gob.mx/busca/dataset/salud-sexual-y-reproductiva/resource/d8dbd346-ca39-421e-a3c8-c54f1ce6e230

 

CONAPO. (2023). Bases de datos de la Conciliación Demográfica 1950 a 2019 y Proyecciones de la población de México 2020 a 2070. Obtenido de https://www.gob.mx/conapo/documentos/bases-de-datos-de-la-conciliacion-demografica-1950-a-2019-y-proyecciones-de-la-poblacion-de-mexico-2020-a-2070

 

 

[1] Si la TEFA hubiera permanecido constante en 72.4 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años anualmente.

[2] https://www.gob.mx/conapo/documentos/segunda-fase-documento-marco-de-la-estrategia-nacional-para-la-prevencion-del-embarazo-en-adolescentes-2021-2024

[3] https://www.gob.mx/conapo/documentos/1-subgrupo-de-indicadores-para-el-monitoreo-y-seguimiento-de-la-estrategia-nacional-para-la-prevencion-del-embarazo-en-adolescentes-enapea-112660

[4] Para mayor información sobre las estimaciones de la Conciliación Demográfica de México 1950-2019 y las Proyecciones de la Población y las Entidades Federativas 2020-2070, consultar: https://www.gob.mx/conapo/prensa/dia-mundial-de-la-poblacion-las-proyecciones-de-la-poblacion-de-mexico-para-los-proximos-50-anos-2020-2070?idiom=es

 

[5] Los métodos anticonceptivos modernos incluyen el condón masculino y femenino, DIU, implante subdérmico, pastilla de emergencia, inyecciones, óvulos, jaleas, espumas, pastillas y parches

[6] Descenso de interrupciones voluntarias del embarazo en mujeres menores de 20 años como proporción del total de IVE en mujeres de todas las edades atendidas en unidades médicas de la Secretaría de Salud.