En la inauguración de las conferencias brindadas por personas expertas del Consejo Consultivo Ciudadano para la Política de Población, la Dra. Julieta Pérez Amador abordó el tema de "Mirar a las familias con lente demográfico".

En su exposición, la Dra. Amador explicó que en la demografía de las familias se estudia la composición de éstas, las relaciones intergeneracionales y de género, que ligan a los individuos en familias y hogares, y en otro punto el estudio de la formación y la disolución de los hogares y familias, y de los arreglos residenciales.

La importancia del estudio demográfico de las familias permite conectar a las personas con su sociedad, además de identificar similitudes y diferencias en los comportamientos individuales o de grupos poblacionales dentro de las sociedades y entre sociedades.

En sesión, se abordó el tema de la unión libre, su explosión y expansión. En América Latina, las uniones libres aumentaron con respecto a las uniones totales de 1990 al año 2000, por ejemplo, en Argentina fue de 22.3 por ciento al 41.3 por ciento; en Brasil pasó del 22.2 por ciento al 39.3 por ciento y en México del 15.2 por ciento al 22.7 por ciento.

Para el año 2010, del total de uniones en América Latina, la unión libre aumentó, en Argentina llegó al 66.6 por ciento; Brasil al 51.0 por ciento; y México al 31.7 por ciento.

En nuestro país, por nivel educativo también aumentaron las uniones libres, pero es mayor mientras es menor el nivel educativo, por ejemplo, en 2010 las personas con hasta cinco años de estudios, vivían en unión libre, el 51.0 por ciento; hasta seis años de estudios eran el 42.1 por ciento; de siete a nueve años de estudios, 39.3 por ciento; de 10 a 12 años de estudios, 32.3 por ciento; y de 13 años y más de estudios el 25.1 por ciento.

En los deciles de menores ingresos económicos (1, 2 y 3), para el año 2000, eran más las uniones libres que en los deciles de mayores ingresos (8, 9 y 10). Por cohorte, en México para la primera unión en la década de 1955-1964, eran el 14 por ciento del total de uniones; de 1965-1974, 18.9 por ciento y de 1975-1984 llegó al 30 por ciento.

La Dra. Amador explicó que algunas de las consecuencias de la unión libre son: estabilidad en la edad a la primera unión, aumento en la disolución de uniones, y el aumento en el número de niñas y niños que corresiden solo con la madre o padre.

En la duración por unión conyugal entre las parejas en matrimonio y unión libre, es mucho mayor la separación o divorcio entre parejas en unión libre que entre parejas en matrimonio, los estudios muestran que a los 15 años el 0.46 por ciento de las parejas en unión libre se disuelven en comparación con las de matrimonio que son el 0.14 por ciento. 

En la desagregación de los hogares nucleares, en 1990 se conformaron por hogares en donde vivían parejas con hijas e hijos en un 62.5 por ciento; monoparental con hijas/os 8.6 por ciento; y parejas sin hijos fueron el 2.8 por ciento, mientras que en 2010 eran parejas con hijas /os, 49.8 por ciento; monoparentales con hijas/os el 7.9 por ciento; y de parejas sin hijas/os eran el 1.9 por ciento.

En los arreglos familiares de niñas/os de 0 a 14 años entre 1990 y 2010, se modificaron de la siguiente manera, los que viven con ambos padres disminuyó del 83 por ciento al 70 por ciento; con un padre o madre se mantuvo en 10 por ciento; mientras que los que lo hacen con sus abuelos aumentaron de 6 al 19 por ciento.