La población es un factor fundamental en el desarrollo y bienestar de los países. En México, la década de los setenta significó un momento de grandes cambios en materia de población, los ordenamientos legales existentes fueron rebasados por la realidad de la sociedad mexicana de ese entonces.

En 1974 se reformó y expidió la Ley General de Población, misma que, entre otros mandatos, ordenó la creación del Consejo Nacional de Población (Conapo), que desde su origen tuvo como objeto la planeación demográfica del país con el propósito de diseñar e instrumentar acciones para incorporar aspectos como el volumen, estructura, dinámica, fenómenos y distribución territorial en los planes y programas de desarrollo económico, social y cultural del gobierno. 

Un dato que refleja el impacto de la planeación demográfica es que la proporción de niñas y niños en el país alcanzó su representación más alta en 1970 y, a partir de ese momento, comenzó el descenso de su peso relativo y se estima que alcanzará el 10.5 % del total de la población en 2070.

La federación se sumó al propósito del Conapo, replicando en cada entidad un Consejo Estatal de Población u Organismo Equivalente con los mismos propósitos y objetivos del Conapo, pero atendiendo las demandas específicas de cada entidad, reafirmando el compromiso de los gobiernos locales para conducir al país a su máximo desarrollo. Hoy en día existen instancias locales en las 32 entidades federativas que conforman nuestro país.

Por otro lado, las publicaciones y el desarrollo de diagnósticos e investigaciones realizadas en el Conapo, ofrecen un amplio panorama sobre temáticas emergentes como nuevos flujos migratorios, su relación con las remesas y la salud; el desplazamiento interno forzado; los índices de marginación y la situación demográfica en general.

Además, las proyecciones de población del Conapo son un insumo para una mirada al futuro, con base en índices y análisis de los fenómenos demográficos, que permiten accionar planes y programas con mayor facilidad para abordar, e incluso prevenir, problemas venideros. 

Por ejemplo, dichas proyecciones nos permiten conocer que la proporción de jóvenes de entre 12 y 29 años disminuirá de 30.7 % en 2023 a 18.3% en 2070; esto afectará a la población en los próximos años al engrosar a la población adulta mayor de 65 años. 

También en el Conapo se han puesto en marcha importantes campañas de comunicación que promueven la modificación de comportamientos y actitudes en torno al tamaño de las familias y los ideales reproductivos, con énfasis en la prevención del embarazo en adolescentes y la erradicación del embarazo en niñas de 10-14 años; recientemente se estableció la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea).

Como puede notarse, a lo largo cinco décadas el Consejo Nacional de Población ha coadyuvado a los objetivos de bienestar de nuestro país, fortaleciendo la cultura demográfica para que la población conozca la naturaleza, causas y consecuencias de los fenómenos demográficos que forman parte de la vida cotidiana. Solo así tendremos más personas con una opinión informada, que les permita orientar su toma de decisiones.