A continuación, se proporciona información sociodemográfica reciente sobre las niñas y los niños en el país:

  • En México, la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes reconoce como niñas y niños a las personas menores de doce años, y como adolescentes a las personas de doce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad. De acuerdo con las Proyecciones de la Población de México y de las entidades federativas, 2020-2070 (SGCONAPO, 2023) en 2023 hay 12.5 millones de niñas y 13.0 millones de niños. Se estima que hoy las personas de 0 a 11 años conforman 19.5 por ciento de la población total y se proyecta que en 2050 representen 12.8 por ciento.
  • En 2023. se estima que nacerán 2.1 millones de niñas(os) en el país (SGCONAPO; 2023). Con base en las estadísticas vitales de nacimiento (INEGI, 2023d) se obtuvo que, en promedio, por cada cien mujeres, nacen 104 hombres.
  • A partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH 2022) (INEGI, 2023a) se estima que 4.7 por ciento de las personas de 3 a 11 años hablan alguna lengua indígena; 2.1 por ciento comprende alguna lengua indígena y 28.7 por ciento se considera indígena de acuerdo con su cultura.
  • En 2022, el porcentaje de niñas(os) que tenía alguna discapacidad[1] fue de 1.9 por ciento y 2.9 por ciento tenía alguna limitación[2] (INEGI, 2023a).
  • En este mismo año, 46.9 por ciento de las niñas y niños no estaban inscritas para recibir atención médica en ninguna institución. Del total de niñas(os) con acceso a servicios de salud, 59.3 por ciento contaba con IMSS; 32.4 por ciento estaba inscrito al Seguro Popular o tenía derecho a los servicios del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y 8.8 por ciento estaba afiliadas al ISSSTE o ISSSTE Estatal (INEGI, 2023a).
  • Aproximadamente 1.8 por ciento de las niñas y niños de 6 a 11 años no asistía a la escuela. Entre quienes sí asistían, una(o) de cada cinco (21.1%) recibía algún tipo de beca. Cerca de 2.6 por ciento de las(os) niñas(os) de 11 años no sabían leer ni escribir (INEGI, 2023a).
  • De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022 (INEGI, 2023c), se obtuvo que, 1.5 millones de niñas y niños de 3 a 5 años no asistían a educación inicial o kínder. Casi la mitad de la población de 15 a 60 años (42.7%) estaba en desacuerdo en llevar a la población infantil a educación inicial, guardería o estancia infantil. Entre las principales razones para estar en desacuerdo se enumeraron: creer que el cuidado es responsabilidad de la madre, padre o familia (53.5%); mal trato a las(os) niñas(os) (21.4%); no tener necesidad o la madre, padre o familia le cuida; o costos elevados (4.9%). Sin embargo, se estima que 1.2 por ciento de las personas de 0 a 5 años y 8.1 por ciento de las personas de 6 a 11 años se quedan solas en casa en algún momento del día (INEGI, 2023c).
  • De acuerdo con la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022 (INEGI, 2023b), en el país había cerca de 139 mil personas de 5 a 9 años ocupadas en actividades no permitidas, es decir, en trabajos prohibidos, debajo de la edad mínima o en ocupaciones peligrosas (construcción, minería, sector agropecuario, bares, entre otros). También, se estimó que 278.8 mil personas de 5 a 9 años se ocupan en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, es decir, ocupadas en servicios domésticos en horarios prolongados o condiciones peligrosas.

Referencias

INEGI. (2023a). Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022.

INEGI. (2023b). Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022.

INEGI. (2023c). Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022.

INEGI. (2023d). Estadística de nacimientos registrados 2010-2022.

Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. (2023). México.

SGCONAPO. (2023). Conciliación demográfica de México 1950-2019 y Proyecciones de la Población de México y las Entidades Federativas 2020-2070.

Notas

[1] No podía o tenía mucha dificultad para caminar, subir o bajar usando sus piernas; ver, aunque use lentes; mover o usar brazos o manos; aprender, recordar o concentrarse; escuchar, aunque use aparato auditivo; bañarse, vestirse o comer; hablar o comunicarse; realizar sus actividades diarias por problemas emocionales o mentales (autismo, síndrome de Down, depresión, bipolaridad, esquizofrenia, etcétera) con autonomía e independencia.

[2] Tenía poca dificultad para caminar, subir o bajar usando sus piernas; ver, aunque use lentes; mover o usar brazos o manos; aprender, recordar o concentrarse; escuchar, aunque use aparato auditivo; bañarse, vestirse o comer; hablar o comunicarse; realizar sus actividades diarias por problemas emocionales o mentales (autismo, síndrome de Down, depresión, bipolaridad, esquizofrenia, etcétera) con autonomía e independencia.