En los últimos años, la riqueza biológica de la Reserva de la Biósfera Tehuacán Cuicatlán se ha visto amenazada por brotes de plagas y enfermedades forestales, provocadas principalmente por insectos descortezadores de pino, situación que se agrava con la presencia de incendios forestales. Esto posiciona a la entidad oaxaqueña dentro de los primeros lugares con superficie afectada por plagas e incendios forestales (CONAFOR, 2020 y CCMSS, 2016). Además, dadas las alteraciones en los patrones de distribución de especies, se ha incrementado exponencialmente la presencia de muérdago, una planta parásita.

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De acuerdo a las proyecciones climáticas del Programa de Adaptación al Cambio Climático de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, se espera un aumento en la temperatura y una disminución en la precipitación del área natural protegida, que podría ser de hasta 24.38 mm, respecto al promedio registrado entre 1950 y 1979, situación que vuelve altamente vulnerables a las poblaciones y a los ecosistemas que resguarda este sitio.

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Con el fin de disminuir la vulnerabilidad del área natural protegida, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, con el apoyo del proyecto Resiliencia, impulsa la implementación de acciones para revertir la degradación de los ecosistemas, tales como el manejo sostenible de los recursos naturales, la restauración de ecosistemas, la conservación de suelos y el manejo integral de plagas, como medidas de adaptación al cambio climático. Estas acciones contribuyen a mantener la funcionalidad de los ecosistemas que resguarda la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán y de los que dependen los medios de vida que dan sustento a las comunidades humanas que viven en el lugar.  

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Para el manejo integral de plagas, en primer lugar fue necesario hacer un diagnóstico de las afectaciones provocadas por el insecto descortezador y el muérdago en ocho comunidades de la región Cañada Oaxaqueña. Con uso de información documental y mapas se identificaron las áreas para realizar recorridos en campo, lo que permitió evaluar el estado del ciclo biológico del descortezador y el nivel de infestación de las plantas parásitas.

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Después del monitoreo y el análisis de la información, se definieron los sitios de intervención y se generaron informes técnicos fitosanitarios. Cabe mencionar que, de 8 comunidades monitoreadas, únicamente se evidenció presencia de plagas en 5 de ellas.

Como parte de los trabajos se hicieron reuniones de concertación con las comunidades San Juan de los Cués, San Martín Toxpalan, Santa María Pápalo, Santos Reyes Pápalo, Concepción Pápalo, San Lorenzo Pápalo, San Andrés Pápalo y San Pedro Cuyaltepec para dar a conocer los objetivos del proyecto e involucrarlos como aliados en este trabajo.

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En cada una de las comunidades se integraron y capacitaron las brigadas que actualmente realizan las labores de saneamiento, con lo que se buscó también el fortalecimiento de las capacidades de las personas, y la apropiación de herramientas y conocimiento para replicar acciones. Actualmente se está trabajando en el saneamiento de 17.26 hectáreas con presencia del insecto descortezador y en 133.3 hectáreas afectadas por plantas parásitas.

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El control de especies invasoras o patógenas en los ecosistemas fortalece la capacidad de resiliencia de las áreas naturales protegidas y mejora la provisión de servicios ecosistémicos, en beneficio de toda la población.  

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Para saber más acerca de los Programas de Adaptación al Cambio Climático que impulsa la CONANP, visita nuestra sección de cambio climático.

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