En el planeta Tierra se tienen registradas cerca de 8 millones de especies que la habitan, entre ellas, la especie humana con una población mundial que supera los 7 millones de personas, las cuales requieren para vivir principalmente de oxígeno, agua y alimento, elementos esenciales que nos brinda la tierra.
La sobrepoblación y el aprovechamiento irracional de los recursos naturales han favorecido a la pérdida de la biodiversidad, limitando la disponibilidad de los elementos esenciales y reduciendo la calidad de vida de la población humana, de los ecosistemas y de las especies que los habitan.
En México se han implementado, desde hace tiempo, diversas acciones para la conservación de los recursos naturales, una de estas acciones es la creación de Áreas Naturales Protegidas; actualmente existen 182 Áreas decretadas a lo largo del país, lugares en donde se resguarda una gran riqueza natural y cultural, y que además, residen comunidades que conviven de manera armoniosa con la naturaleza, colaborando en su cuidado y protección.
Una forma que tienen las comunidades de honrar a la Madre Tierra es a través de la cosmovisión que han practicado en las Áreas Naturales Protegidas, involucrando y trasmitiendo el conocimiento de generación en generación sobre el respeto hacia la naturaleza, así como realizando un adecuado aprovechamiento y manejo de los recursos.
Las comunidades son apoyadas a través de capacitaciones que se suman al fortalecimiento de proyectos productivos comunitarios, para que continúen con las prácticas responsables; gracias a ello, los integrantes de estos proyectos han desarrollado nuevas habilidades, creando planes de negocios que han aumentado el valor y la calidad de sus servicios y productos, formando marcas que cada vez son más conocidas.
Los servicios y productos que las comunidades han creado dentro de las Áreas Naturales Protegidas van desde el acompañamiento de un guía comunitario certificado que pondrá a prueba tus sentidos a través de un recorrido de observación de fauna. O bien, del disfrute de unas vacaciones hospedándose en uno de los proyectos ecoturísticos en donde el deleite visual lo proporcionan paisajes naturales únicos. También es posible consentirse con los productos cosméticos naturales elaborados por grupos de mujeres que aplican el conocimiento de la medicina tradicional; o adquirir alguna de las vestimentas bordadas con emblemas naturales diseñados por las artesanas. Dulces, miel, conservas y mucho más, forma parte de lo que producen las comunidades a través de la conservación de la biodiversidad en las Áreas Naturales Protegidas.
El Día Internacional de la Madre Tierra, nos recuerda que es urgente volver a crear vínculos saludables con la naturaleza y la tierra, adoptando hábitos armoniosos y generando una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta.
¡Promover la salud de la tierra es promover para la humanidad una vida con calidad!