Además, brindan protección a las costas y contribuyen de manera importante al almacenamiento y captura de carbono azul, por lo que se consideran soluciones naturales al cambio climático.

Sin embargo, estos ecosistemas son de los más amenazados en el mundo por la modificación de la hidrología y deforestación, ocasionados principalmente por la urbanización, agricultura, acuacultura y desarrollo costero. El cambio climático es una de las principales amenazas para los humedales costeros.

La deforestación de los manglares se ha incrementado a gran velocidad en las últimas décadas y actualmente es considerada más grave que la deforestación de las selvas tropicales. En los últimos 20 años, se ha perdido el 25% de los manglares a nivel mundial (5 millones de ha). De esta pérdida, México pertenece a los diez países con mayores problemas de deforestación, con una tasa promedio anual de 10,000 ha (CONANP, 2015).

Con el objetivo de impulsar acciones de conservación en estos ecosistemas, de aumentar la capacidad adaptativa de las comunidades costeras y de promover la captura y almacenamiento de carbono en México, el proyecto Resiliencia1 impulsó la implementación de medidas para restaurar los manglares en la Reserva de la Biosfera (RB) Pantanos de Centla y en el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Laguna de Términos.

Estas medidas derivan del Programa de Adaptación al Cambio Climático del Complejo RB Pantanos de Centla-APFF Laguna de Términos, que se desarrolló con un enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas, con el fin de reducir la vulnerabilidad de las personas al cambio climático, mediante la conservación y manejo sostenible de los ecosistemas y de sus servicios ambientales.

Las actividades de restauración consistieron en reforestar y limpiar los canales en la RB Pantanos de Centla y en rehabilitar el flujo hídrico en el APFF Laguna de Términos.

Restauración de manglar: reforestación – RB Pantanos de Centla

La implementación de la medida de adaptación consistió en la restauración de 50 hectáreas de manglar, gestionadas a través del Programa de las Naciones Unidas con el proyecto Resiliencia. En estas actividades, las mujeres tuvieron una participación muy importante, pues se involucraron en la colecta de semillas y empezaron a tener más peso en las reuniones y en las actividades de trabajo.

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Restauración de manglar: limpieza de canales – RB Pantanos de Centla

La limpieza de canales es el primer paso para hacer una reforestación posterior. Consiste en sacar las ramas que obstruyen el flujo del agua y arrancar los troncos de los espadañales, actividad que se lleva a cabo manualmente con machetes. El objetivo es ampliar los canales y desazolvarlos para permitir que el agua fluya y tenga corriente.

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Restauración del manglar y rehabilitación del flujo hídrico – APFF Laguna de Términos

El desazolve de canales es una de las principales acciones en la rehabilitación hidrológica, ya que facilita el flujo de agua hacia los sitios de restauración durante las mareas y capta el excedente de inundación que provocan las lluvias, favoreciendo el hidroperiodo, la disminución de la salinidad del suelo y el transporte de propágulos a través del sitio en restauración. El trabajo consiste en abrir canales, levantar el suelo, recolectar propágulos y devolverle la vida al manglar.

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Clave para el éxito

Dadas las grandes cantidades de carbono almacenadas en los ecosistemas costeros y marinos, y sus beneficios económicos para la población local, es fundamental continuar promoviendo su conservación como estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático.

La reforestación, limpieza de canales y rehabilitación del flujo hídrico en la RB Pantanos de Centla y el APFF Laguna de Términos beneficiará a las comunidades locales, pues su conservación ayuda a mantener los servicios ambientales, como la protección contra eventos meteorológicos extremos, reduciendo así la vulnerabilidad de las poblaciones al cambio climático.

Los efectos e impactos a largo plazo de la restauración ecológica dependen de la participación de la población local, por lo que es clave comprender que las prácticas de la comunidad y los procesos ecológicos pueden reforzarse mutuamente. Por eso, para contribuir al bienestar de hombres y mujeres de las comunidades, es fundamental involucrarlos en los proyectos de restauración ecológica.

1Proyecto ejecutado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, implementado con el apoyo de Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México y cofinanciado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

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