El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) reportó el año pasado un incremento sin precedentes en la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera. Al respecto, en el último Foro Económico Mundial de Davos, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres alertó: “El riesgo climático es el riesgo sistémico más importante para el futuro próximo, y estamos perdiendo la carrera: el cambio climático va más rápido que nosotros”.
Ante este panorama, es urgente emprender acciones inminentes para la adaptación de los territorios y sus poblaciones, ya que no es suficiente doblegar esfuerzos para reducir las emisiones de gases efecto invernadero.
Atendiendo este llamado para la acción y considerando la alta vulnerabilidad de México, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México, con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés), a través del Proyecto Resiliencia, desarrollaron ocho Programas de Adaptación al Cambio Climático (PACC) que abarcan 24 Áreas Naturales Protegidas (ANP) agrupadas en los siguientes complejos:
Los PACC son el resultado de la conducción de un proceso metodológico que ha sido perfeccionado por la CONANP y el Proyecto Resiliencia, gracias al trabajo de la academia, sector privado y Organizaciones de la Sociedad Civil. Los Programas proponen medidas específicas para la Adaptación basada en Ecosistemas (AbE), a partir de un análisis científico contrastado de las tendencias climáticas históricas y la proyección de escenarios climáticos futuros. El proceso metodológico se resume en la siguiente imagen:
En la construcción de los PACC destacan tres premisas: participación intersectorial y multiescalar (local a regional), reconocimiento de buenas prácticas a nivel comunitarios y consideración para profundizar el enfoque de género, conectividad, interculturalidad y de Reducción de Riesgo de Desastres basado en Ecosistemas.
A lo largo del proceso de planeación para la adaptación se evidencia el vínculo, a veces ignorado, entre la calidad de los servicios ecosistémicos que proveen las ANP con los medios que permiten satisfacer las necesidades básicas del ser humano y el desarrollo y bienestar de las comunidades. Así se reconoce el valor de las ANP como instrumentos clave para la adaptación ante el cambio climático.
Los PACC serán publicados en el segundo semestre del 2019.
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