El Día Mundial de las Aves Migratorias (WMBD, por sus siglas en inglés), es una campaña organizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que tiene como objetivo concientizar a la población de la necesidad de protegerlas.
La contaminación plástica se ha convertido en una epidemia mundial y una amenaza principal para las aves en todo el mundo. Es por eso que el tema de conservación en 2019 es "Proteger a las aves: ser la solución a la contaminación plástica".
Las aves migran debido a la disminución de la disponibilidad de alimento en época de invierno y durante la migración son depredadores de insectos y vertebrados, dispersores de semillas y polinizadores de muchas plantas.
Poseen diferentes formas de orientarse, algunas gracias a estructuras especiales en el cerebro, otras por la posición del sol o si viajan de noche con la posición de las estrellas, incluso desde el aire son capaces de reconocer y seguir características del terreno como ríos.
Nuestro país ocupa el 8vo. lugar mundial en cuanto a número de especies, cuenta con 1,097 de las 9,720 especies de aves que existen en el mundo y más de una tercera parte realizan movimientos migratorios en alguna época del año.
El 15% de las aves migratorias que llegan a México provenientes de Canadá y Estados Unidos hibernan en el Área de Protección de Flora y Fauna Laguna Madre y Delta del Río Bravo, en donde confluyen más de 450 especies de aves acuáticas, semiacuáticas y terrestres, como garzas, pelícanos y aguilillas.
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Se ha producido un estimado de 8,3 billones de toneladas de plástico desde su introducción en la década de 1950. El 90% del plástico no se recicla, sino que se desecha como desperdicio que se acumula en los vertederos y en el entorno natural.
Las aves marinas suelen confundir el plástico con alimento lo que provoca su muerte, de igual forma pueden morir al quedar enredadas en plástico, causándoles heridas, infecciones o haciéndolas vulnerables ante los depredadores.
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