Luis Colín tiene una metodología en donde utiliza el juego como estrategia de aprendizaje, promoviendo la horizontalidad en el aula.

Soy originario de Toluca, Estado de México, en un principio tenía en mente ser arquitecto, y para lograrlo buscó una beca realizando un servicio social educativo en el Conafe (Consejo Nacional de Fomento Educativo), sin saber que al incorporarme a esta noble institución su historia cambiaría totalmente. Al descubrir la realidad educativa de la comunidad que me tocó, descubrí mi verdadera vocación: convertirme en docente, cambiando por completo mis proyectos de formación profesional, pasando de querer ser arquitecto a arquitecto del conocimiento.

Actualmente tengo una trayectoria de 21 años en el ámbito educativo. Inicié mi carrera como Instructor Comunitario en el Conafe en la región otomí del municipio de Toluca, donde, a partir de las necesidades educativas de los alumnos, me vi en la "obligación y necesidad" de profesionalizarme haciendo estudios de licenciatura en Educación en la Universidad Pedagógica Nacional. Mientras estudiaba, investigaba e implementaba estrategias de intervención que ayudarían a mis estudiantes a lograr sus aprendizajes.

Posteriormente, me incorporé como Promotor Comunitario y Coordinador de Proyectos en programas que buscaban el acercamiento a la lectura, la promoción y conocimiento de los derechos de niños, niñas y mujeres, desde la sociedad civil, en comunidades otomíes de mi municipio. Con estas acciones contribuí a que la lectura fuera vista desde su sentido natural en función del habla y los derechos humanos, como algo que todos tenemos y debemos defender. De esta manera, trabajé en el desarrollo integral de grupos donde estaban presentes los programas, desarrollando proyectos educativos, formativos y productivos. Además, diseñé y coordiné foros de análisis sobre conocimiento de los derechos de niños, niñas y mujeres.

Posteriormente, tuve la oportunidad de incorporarme a la Secretaría de Educación Pública en el Estado de México, donde llevo 15 años trabajando. Ahí me he desarrollado como docente frente a grupo y Subdirector Académico Comisionado, aplicando mis conocimientos y experiencia en beneficio de la niñez que se atiende en las escuelas donde he sido asignado.

Cabe mencionar que, con el pasar de los años, me di cuenta de que, como docente, caí en una rutina y en ocasiones recurrí a clases tradicionalistas que no ofrecían nada novedoso a los alumnos y, por ende, al bajo rendimiento escolar. Ante esta situación, me vi en la necesidad de continuar formándome para mejorar mi intervención, pues estaba recurriendo a clases monótonas que poco retaban a los alumnos cognitivamente.

/cms/uploads/image/file/866321/COLIN.jpgMOD.jpg

Es así como inicié mis estudios de Maestría en la Escuela Normal Superior del Valle de Toluca, reconociendo que había áreas de oportunidad en mi práctica. Realicé investigación, de donde me surgió la inquietud de mejorar mis clases centrándome en los intereses de los alumnos. Por tal motivo desarrollé una propuesta de intervención transversal basada en el juego y el diálogo.

Dicha metodología utiliza el juego como estrategia de aprendizaje, promoviendo la horizontalidad en el aula, cuyo objetivo es conectar con los intereses de los estudiantes que los lleve a desarrollar aprendizajes entre iguales; lo que es primordial para generar un ámbito de confianza. Mi trabajo consistió en realizar adaptaciones de juegos (tradicionales y nuevos) para que sirvieran como base en las actividades didácticas, tomando en cuenta los estilos de aprendizaje de cada uno de mis estudiantes, retomando la información recabada en el diagnóstico inicial, así como su contexto, promoviendo la participación de todas y todos en el aula.

De esta manera, antepuse el compromiso con el interés superior de la infancia, al centrar mi práctica en el aprendizaje de las niñas y los niños a través del juego y el diálogo, situaciones inherentes a la niñez, potenciando así, las habilidades que requerían en las diferentes materias de acuerdo con el grado que cursaban en ese momento.

Con este enfoque confirmé que es necesario, por no decir básico, conectar con los niños a través del juego; no sólo dirigiendo actividades desde la comodidad del escritorio como tradicionalmente se hace, sino de una nueva manera, involucrándome con los alumnos al jugar y platicar con ellos, utilizando sus intereses para orillarlos al aprendizaje, creando un ámbito de confianza y horizontalidad donde el aprendiz es el centro de atención prioritaria y se generan aprendizajes significativos.

Con esta metodología basada en la investigación acción, pretendo hacer visible la importancia del juego, la profesionalización, el análisis continuo de la didáctica propia y el trabajo horizontal en el aula para el logro de una enseñanza fructífera.

Mi principal objetivo es que más docentes se sumen a esta propuesta al ser compartida de manera continua en los consejos técnicos escolares y otros espacios informativos de carácter educativo.

Desde hace 4 años, me dedico a ser promotor voluntario en el Programa Nacional Salas de Lectura ya que considero la lectura como una forma comunicativa nata que necesita trabajarse dentro del ámbito escolar y comunitario. Realicé mis estudios de Doctorado en Educación y, actualmente, me encuentro desarrollando investigaciones sobre la génesis de la lectura en zonas poco letradas, estrategias para enseñar ciencias y estrategias para el desarrollo de habilidades lectoras. He presentado mi investigación en espacios como el Consejo Mexicano de Investigación Educativa, además de que obtuve el Premio ABC 2022 con la práctica antes expuesta, demostrando que la formación continua es necesaria para contribuir en la formación de la niñez mexicana.