El 11 de septiembre de 1971 se creó el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), con el fin de garantizar el acceso a la educación básica de niñas y niños de las comunidades de alta y muy alta marginación del país, en las cuales no era posible contar con un servicio educativo regular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Fue entonces que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto presidencial por el que nace como un organismo descentralizado, encargado de generar nuevos modelos pedagógicos enfocados en abatir el rezago educativo. 

A lo largo de su historia, el Consejo ha puesto en marcha estrategias que le han permitido llevar su propuesta educativa a poblaciones con gran diversidad multicultural y multilingüística, lo cual ha requerido de adecuaciones curriculares aptas para grupos específicos como la población infantil agrícola, la migrante y los niños que viajan con sus padres en compañías circenses. De igual manera, el Conafe ha puesto especial atención a la población infantil que vive con alguna discapacidad, ya sea auditiva, visual, motora y/o cognitiva, al contar con modelos educativos incluyentes.

De esta necesidad de atender a una población cada vez más diversa, se dio origen a modelos de atención educativa en los niveles preescolar y primaria, y más tarde en educación inicial y secundaria, tanto para población mestiza como indígena.

Desde sus inicios, el Conafe ha estado a la vanguardia con sus modelos educativos, los cuales han tenido como eje rector a la Educación Comunitaria, generando procesos que promueven la participación y organización de las localidades. Hoy día, el Modelo ABCD (Aprendizaje Basado en la Colaboración y el Diálogo) brinda atención personalizada, uno a uno, de forma horizontal a niñas, niños y adolescentes de las comunidades que atiende. 

El ABCD es un modelo educativo profundamente humanista, con una perspectiva constructivista y una pedagogía crítica que busca desarrollar en cada participante del proceso, la capacidad de aprender a aprender mediante el diálogo y la colaboración, respetando ritmos e intereses de cada aprendiz y despertando la pasión por aprender, no solo en la escuela, sino a lo largo de toda la vida. 
En este contexto, la oferta educativa del Conafe tiene algunos componentes distintivos: 

  • La participación comunitaria en la organización, instalación y mantenimiento de las escuelas y el servicio, para garantizar seguridad, protección, cobijo y alimento a las figuras educativas durante su estancia. 
  • La atención prioritaria a la dignidad de las personas y el respeto a la diversidad cultural de las comunidades. 
  • La apertura a la innovación educativa y la flexibilidad del currículum.
  • La atención multigrado, cuyo éxito radica en la colaboración que se teje mediante relaciones y redes que conforman comunidades de aprendizaje.
  • El enfoque de gobernanza, mediante el tejido de una red de alianzas con organismos nacionales e internacionales, así como con organizaciones de la sociedad civil.

Para muestra del impacto de las acciones del Conafe, baste este botón: en el ciclo escolar 2020-2021 estuvo presente en 2 mil 157 municipios y 36 mil 414 comunidades. Brindó Educación Inicial a una población de 292 mil 233 madres y padres de familia y a 270 mil 438 niños menores de 4 años, distribuidos en 23 mil 497 servicios, con el apoyo de 26 mil 81 promotoras educativas. Y en Educación Básica Comunitaria atendió a 295 mil 892 niñas, niños y adolescentes en 31 mil 981 servicios, con el apoyo de 35 mil 476 figuras educativas.   

El otro eje rector del Conafe, es la continuidad educativa de quienes fungen como líderes educativos comunitarios, a quienes se les ha brindado mayor capacitación y mejores condiciones para que desarrollen su servicio social educativo en las comunidades y permanezcan en el servicio durante todo el ciclo escolar.

Los esfuerzos por generar procesos participativos inician con la corresponsabilidad entre la institución, los padres de familia y la comunidad, para el mantenimiento del servicio educativo y la generación de procesos autogestivos de la comunidad, donde se espera que sus miembros adquieran las herramientas y destrezas que impacten de manera positiva en sus vidas.
Sin duda, a lo largo de medio siglo, los servicios educativos del Conafe se han convertido en patrimonio de cada una de las comunidades donde se encuentran. Así, el Consejo transforma la vida de sus habitantes, despierta conciencias, fortalece lazos sociales, amplía horizontes profesionales, descubre vocaciones y construye ciudadanía para el pleno ejercicio de sus derechos. 

Conafe, Educación Comunitaria para el bienestar.