Debido a la necesidad de ampliar y garantizar las oportunidades de acceso a la educación primaria a las niñas y niños que vivían en las pequeñas localidades rurales, el Gobierno Federal crea en 1971 al CONAFE, como un organismo descentralizado de la APF, con personalidad jurídica y patrimonio propios. Así, en 1973 se emprende el Programa de Cursos Comunitarios con Educación Primaria en el estado de Guerrero, y cinco años después se generaliza en 31 entidades y en forma intermitente y ocasional en el entonces Distrito federal ahora Ciudad de México. En el ciclo escolar 1981-1982, el CONAFE agrega el servicio de educación preescolar; en 1992 el Programa para el Desarrollo de la Educación Inicial no Escolarizada y en 1997 el servicio de postprimaria o secundaria comunitaria.

El modelo de educación comunitaria comprende la educación inicial no escolarizada dirigida a atender niños y niñas de cero a 3 años 11 meses, a través de sus madres, padres, tutores o personas gestantes, y los niveles educativos escolarizados de preescolar, primaria y secundaria los cuales certifica. Además, apoya la alfabetización de jóvenes y adultos y abarca intereses de aprendizaje de contenidos y saberes comunitarios.

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La educación comunitaria del CONAFE se diferencia sustancialmente de los servicios educativos a cargo de los sistemas educativos estatales y del gobierno federal en la Ciudad de México en términos organizacionales, administrativos y pedagógicos. Mientras estos servicios regulares requieren un mínimo de estudiantes (29) para dotarlos de un profesional de la docencia y una escuela, cuyo mantenimiento y pago de servicios de operación son absorbidos por dichos sistemas educativos, el CONAFE atiende a los niños y niñas excluidos por estas disposiciones administrativas y que no tienen acceso a escuelas cercanas. No contrata profesionales de la educación como docentes ni tiene inmuebles propios como escuelas, sino que se apoya en jóvenes voluntarios (educadores comunitarios), mayormente con educación media superior, a quienes habilita como sus docentes. Los espacios escolares que utiliza son provistos por las comunidades, usualmente pequeñas comunidades rurales de alta y muy alta marginación, las cuales además brindan alojamiento y alimentación a sus educadores comunitarios cuando estos no son de la comunidad.

El enfoque pedagógico en los sistemas educativos estatales se basa en la exposición del docente frente a sus estudiantes, sin importar los niveles de aprendizaje y rezago que tengan, mientras que, a partir del 2022, el CONAFE ha retomado la relación tutora como núcleo pedagógico de su modelo educativo por su probada efectividad en los procesos de aprendizaje. 

En contraste con el tipo mayoritario de las escuelas públicas de educación preescolar, primaria y secundaria (denominadas generales) de los sistemas educativos estatales que están diseñadas para contar con un maestro por grado, los servicios educativos del CONAFE tienen un educador comunitario que atiende todos los grados. Su tamaño promedio representa menos de la décima parte del tamaño medio de las escuelas públicas de los niveles educativos comentados.

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De forma natural, el CONAFE ha ampliado su cobertura a otras subpoblaciones de niños y niñas insuficientemente atendidos por los sistemas educativos estatales y que demandan atención educativa, como los miembros de familias jornaleras, indígenas, afromexicanas, de familias circenses o de quienes residen en albergues para migrantes o para mujeres que sufren de violencia.

Del mismo modo, en las comunidades donde ya brinda servicios no excluye de su atención a adolescentes que carecen de la educación básica y apoya a los miembros de la comunidad que desean continuar su formación. Para no excluir a los adolescentes sin educación básica, se brinda atención a NNA, la mayoría de los estudiantes son menores de 15 años.

Desde el ciclo escolar 2021-2022 se promovió la autogestión educativa en las comunidades, promoviendo la elaboración de contenidos educativos locales, proyectos comunitarios y la participación constante de la APEC en las decisiones educativas de la localidad. Adicionalmente, desde el ciclo escolar 2022-2023 se ha propuesto formar y capacitar a las APEC para que apoyen en la gestión y apoyo de los servicios educativos en cada comunidad.

Al cierre del ciclo escolar 2022-2023, en educación inicial se atendieron a 229,103 mil niñas y niños menores de 4 años de todo el país con el apoyo de más de 21 mil jóvenes, educadores comunitarios, en igual número de servicios, mediante la participación activa de personas gestantes, figuras educativas. madres, padres, tutores y personas cuidadoras. Los/las educadores(as) comunitarios(as) contaron con el acompañamiento de alrededor de 1000 figuras educativas. En educación preescolar, primaria y secundaria se atendió a poco más de 310 mil niñas, niños y adolescentes. Los servicios son multigrado y algunos multinivel, atendidos por más de 34 mil jóvenes, educadores comunitarios. El total de figuras educativas en estos tres niveles educativos fue de más de 40 mil para la operación de casi 34 mil servicios. La atención en educación básica que impartió el CONAFE superó los 539,998 mil estudiantes. Para la prestación de esos servicios educativos se contó con la participación del 88% de figuras educativas frente a grupo y el 12% destinado al acompañamiento de los/las educadores(as) comunitarios(as).

Para enfrentar el reto de atender a la población descrita se está impulsando la práctica pedagógica de la relación tutora, la cual es flexible, permite una atención escolarizada y no escolarizada y se adapta a los distintos contextos en lo que se ubica la población rural e indígena en condiciones de vulnerabilidad.