La historia de la humanidad va íntimamente ligada al comercio y a la evolución del transporte. A partir de la Primera Guerra Mundial, la necesidad de transporte se vió incrementada, surgiendo así los autobuses y como consecuencia, el desarrollo de la industria del motor.

La evolución de formas de transporte como el ferrocarril, transporte urbano, metro o tren de alta velocidad ha sido fundamental para el avance de las sociedades al permitir que el suministro de alimentos y todo tipo de bienes y servicios para los habitantes del planeta esté garantizado.

Sin embargo, ésto generó un impacto grave en la calidad del aire del planeta, por lo que en los últimos años, la evolución del transporte se redireccionó hacia el uso de medios de transporte sustentables.

Los transportes sustentables se dividen en dos categorías de acuerdo a su uso: individual o colectivo.

En cuanto a los transportes sustentables que se consideran de uso colectivo, encontramos una amplia gama de vehículos que abarcan autobuses -eléctricos, a gas natural y los euro VI/EPA-2010, por mencionar algunos-; autotrenes; trenes -pesados como el metro, monorieles y trenes ligeros o tranvías-; teleféricos y aeroplanos eléctricos.

La necesidad de privilegiar la movilidad sustentable aunada a los altos niveles de contaminación que tienen diversas ciudades del mundo, son temas de gran relevancia por los cuales las autoridades ambientales de diversos países se han visto en la necesidad de implementar estrategias que involucran el uso de transportes sostenibles y fomentan el uso de los mismos por los ciudadanos, pues impactan positivamente en la calidad del aire que respiramos todos los seres vivos que habitamos el planeta.

 

Fuente(s): Comisión Ambiental de la Megalópolis