El Censida, seguro de la importancia de la participación social, aplaude que el trabajo organizado de sociedad civil sea reconocido y se suma al reconocimiento para la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer E.M.
La Brigada Callejera “Elisa Martínez”, se auto describe como un espacio de convivencia cotidiana, de deliberación, toma de decisiones y acciones directas, donde se busca relacionarse de manera diferente.
Sus fundadoras/es provienen de diferentes luchas urbano-populares, políticas, estudiantiles, eclesiales, migratorias y laborales. El nombre de “Brigada” se toma de la lucha estudiantil que un grupo de jóvenes “brigadistas” emprendió contra el llamado “Plan Carpizo” en 1987, cuando se pretendió privatizar la UNAM.
Lo “callejero” del quéhacer tiene que ver con una elección de realizar una inserción comunitaria entre trabajadoras sexuales de la vía pública, por serlas más combativas y entre ellas se privilegió a las más pobres. En la vía pública, conocimos a otras mujeres de sectores populares como las indígenas y los grupos que pernoctan en la calle.
El “apoyo”, se refiere a que no buscamos resolverle la vida a nadie, ya que ese no es el objetivo que nos congregó en esta organización. Reforzamos luchas emprendidas y fortalecemos los primeros pasos de otras resistencias, partiendo siempre de la idea de que son “luchas perdidas” y de esa manera, hemos ganando de forma colectiva, el respeto a muchas trabajadoras sexuales y trans en México.
El sujeto femenino “mujer”, se incluye porque originalmente buscamos a trabajadoras sexuales y en el camino encontramos a otras mujeres “de la calle”, que viven o se ganan la vida en ella. Más tarde llegaron las “vestidas”, hoy trabajadoras sexuales travestis, transexuales o transgénero, aunque no todas se perciben como “mujeres” y menos aún como “trans”.
“Elisa Martínez”, le da fuerza a nuestro proyecto colectivo, ya que con su nombre damos testimonio de fidelidad a su recuerdo y hacemos un reconocimiento a las trabajadoras sexuales que han muerto de sida, han sido asesinadas o han padecido todo tipo de discriminación por ser mujeres, por trabajar en el sexo y por haber adquirido el virus de inmunodeficiencia humana.