Con el crecimiento de las ciudades, las carreteras y la aparición de los automotores fue necesaria la regulación en torno a estas formas y estilos de transportación. La seguridad vial se convirtió en una variable indispensable para contar con un tránsito más confiable y estable por la vía pública y México, por supuesto, también requirió de leyes y reglamentos, propuestas y métodos.

La aparición del automóvil en México data de 1895, cuando Fernando de Teresa adquirió un vehículo de importación desde Toulon, Francia, el cual habría de estrenar en calles del centro de la ciudad, a la notable velocidad de 16 kilómetros por hora.

Tan solo un año después, Alexander Byron Mohler y William P. de Gress, construyeron artesanalmente el primer automóvil en México, y en poco tiempo se incrementó la importación de automotores de diferentes marcas.  

Como era de esperarse, la presencia del nuevo medio de transporte fue de enorme atractivo y se comenzaron a organizar excursiones a zonas consideradas lejanas como Tlalpan y Xochimilco, y más adelante Cuernavaca, Teotihuacan o Puebla, e incluso desfiles de vehículos adornados durante la llamada “Fiesta Floral” en la Alameda Central. 

El frenesí por este nuevo medio y la vecindad con los Estados Unidos, considerado el mayor consumidor del mundo, originó que México se convirtiera en el tercer comprador de automotores del planeta a principios del siglo pasado.

Esto encaminó al Presidente Porfirio Díaz a crear el primer Reglamento de Tránsito en el país, el cual, permitía que automovilistas alcanzaran una velocidad máxima de 10 km/h en calles estrechas o muy transitadas, y hasta 40 km/h en las demás.

A partir de entonces, fue imprescindible contar con una regulación constante en la materia, surgieron múltiples reglamentos y normas que al paso de los años fueron siendo adecuadas a las especificaciones y potencias de los vehículos, a su tamaño y alcance.

Durante el gobierno de Venustiano Carranza, se emitió la Ley sobre Vías Generales de Comunicación y Medios de Transporte, la cual,  fue expedida en agosto de 1931, año en el cual, también surgió la Policía Federal de Caminos con la misión de vigilar el tránsito de vehículos en los caminos federales.

En cuanto a la señalética, casi desde que se inició la construcción de caminos, las señales de tránsito siguieron las normas usadas en los Estados Unidos, sin embargo en México, varias entidades federativas iniciaron ese sistema, con ligeras modificaciones, razón por lo cual a mediados del siglo pasado y dada la falta de un acuerdo nacional,  existía  una gran variedad de señales, entre las que prevalecían las del los Estados Unidos y las propuestas por la ONU.  

Como consecuencia de ese hecho y con la finalidad de homologar los señalamientos de tránsito, el Gobierno de México consideró conveniente elaborar una obra relativa a los dispositivos para el control del tránsito en calles y caminos.

La finalidad de ese documento sería doble: por una parte, México se adhería a un movimiento internacional que permitía facilitar el tránsito entre los países del continente mediante un sistema de fácil comprensión, independientemente del idioma y, por otra parte, buscaba lograr la uniformidad y efectividad de señales en todo el país. 

Es así como la Secretaría de Obras Públicas en conjunto con otras dependencias gubernamentales y organismos conexos, formaron una comisión mixta y como resultado, se produjo la primera norma nacional en cuanto a dispositivos para el control del tránsito en calles y caminos.

En la década de los 80's se realizaron modificaciones a los sistemas de señalización vial, fundamentalmente en las dimensiones de las señales, en función del ancho de la corona del camino, al uso de un círculo inscrito en lámina cuadrada para señales restrictivas, así como al color naranja en los dispositivos para protección en obra, incluso nuevos símbolos y la adecuación sobre los semáforos.  

Todas estas acciones y leyes han dado cuerpo a la seguridad vial en nuestro país. En la actualidad, se busca la forma de que todas las personas que transitan por la vía pública lo hagan de una manera segura para reducir los accidentes de tránsito. Los pasos peatonales, ciclovías, semáforos auditivos así como otros dispositivos, son parte de las acciones para lograr este cometido.

Asimismo, en las carreteras se han implementado dispositivos con el fin de hacer los caminos más seguros, y por supuesto, este tránsito también se encuentra regulado mediante el Reglamento de Tránsito en Carreteras y Puentes de Jurisdicción Federal, siendo la Guardia Nacional la responsable de hacerlo valer para mantener el orden en estos espacios.

Para concluir, es necesario mencionar que los reglamentos y dispositivos de seguridad son tan importantes como la conciencia que cada persona haga respecto al tema; transitemos responsablemente sin importar el medio en que nos movamos. Como lo hemos mencionado en varias ocasiones, la seguridad vial depende de todas y todos.

 

 

FUENTES:

https://elmirador.sct.gob.mx/sobre-ruedas/el-mercado-mexicano-y-los-primeros-automoviles-1

http://www.sct.gob.mx/transporte-y-medicina-preventiva/autotransporte-federal/informacion-sobre-la-direccion-general-de-autotransporte-federal/creacion-de-la-dgaf/

http://www.sct.gob.mx/fileadmin/DireccionesGrales/DGST/Manuales/NUEVO-SENALAMIENTO/02-Antecedentes.pdf

http://www.memoriapoliticademexico.org/Efemerides/8/29081931.html

https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5278684&fecha=22/11/2012

http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/27_011220.pdf

https://www.anpact.com.mx/documentos/marco/reglamentos/120438489-Reglamento-de-Transito-en-Carreteras-Federales.pdf

http://dof.gob.mx/nota_to_imagen_fs.php?cod_diario=187462&pagina=16&seccion=3

https://es.wikipedia.org/wiki/Autos_en_M%C3%A9xico